Este 24 de julio, México se encuentra de fiesta, pues se celebra el Día Internacional del Tequila, una de las bebidas más emblemáticas de nuestro país y para festejar, recorrimos el Centro Histórico en busca del mejor cóctel.
Durante nuestra travesía encontramos la barra del restaurante Custodia en el Hotel Cartesiano. Aquí, se prepara una de las mejores bebidas para celebrar este día, se llama Margarita Custodia y es una mezcla de la margarita normal, pero integra ciertos elementos gastronómicos que le dan un sabor más peculiar y característico de México.
Para su preparación se utilizó Tequila de Agave Azul Caballito Cerrero, Licor de elote Nixta, miel de agave, limón, sal de tortilla y lleva un decorado de elotitos baby flameados para resaltar el sabor de los licores. Esta bebida tiene matices pronunciadas, un sabor del agave azul remarcado y la miel de agave le brinda un toque suave al contacto con el paladar.
Esta barra tiene unos meses de haberse inaugurado y es un proyecto orientado a resaltar los sabores e ingredientes de la gastronomía mexicana. También se encuentra como uno de los restaurantes con la certificación “Mesas Poblanas” para la venta de Chiles en Nogada auténticos.
Así se destila un tequila:
El tequila, es un aguardiente extraído del agave que cuenta con un certificado de Denominación de Origen, la cual protege a los productos que han sido elaborados en una zona geográfica específica, con materias primas originarias y dentro de un proceso de producción especial, por tanto, sólo puede producirse en 181 municipios de cinco estados del país: en Jalisco; Nayarit; Guanajuato, Tamaulipas y Michoacán.
En México hay 32 tipos diferentes de agave con los que se producen otros destilados como el mezcal o el pulque. Sin embargo, el tequila solo viene del agave azul, no hay más.
Para poder destilarlo, los maestros tequileros primero miden la edad del agave y se va cortando dependiendo del resultado que se busque: un tequila joven, reposado, añejo o extra añejo. Después del corte de pencas, se lleva a cabo un proceso de aplastado y ésta es la principal diferencia con otros procesos como el del mezcal, en el cual se calientan para obtener los jugos.
Para comenzar el proceso de fermentación del tequila, es necesario obtener o generar el mosto. El mosto es el líquido obtenido después de la molienda de jugos del agave, mezclado con agua. En el mosto, se encuentran algunos azúcares como glucosa, sacarosa y principalmente fructosa.
Esta etapa es crucial ya que los maestros deciden la categoría a la cual se destinará el producto: tequila 100 % o tequila. Si se toma el tequila 100% de agave puro, no suele provocar cruda al día siguiente; si se mezcla con otros alcoholes o bebidas saborizantes, la historia cambia.
Después se fermenta con la misma azúcar, pasa a un proceso en alambique de cobre, que es un aparato utilizado para la destilación de líquidos mediante un proceso de evaporación por calentamiento y posterior condensación por enfriamiento.
Dependiendo del producto que se busque obtener se llevarán a cabo diferentes etapas de destilación. Los productos más reconocidos tienen entre 3 y 5 destilaciones.