Cada vez aumenta el número de viajeros que recorren México a bordo de sus camionetas, unidades que también son sus dormitorios, comedores y hasta centros de trabajo.
Al menos así lo muestra Marta Tibán, una española que junto con su pareja vive en una furgoneta por América desde 2012 y cada vez conoce a más parejas, familias o personas solitarias que viajan en sus campers.
Ella, como muchos otros, un día decidió dejarlo todo, comprar una furgoneta vivienda a la que llama La Saioneta, y salió a vivir viajando por el mundo.
A través de su canal de YouTube Furgo en Ruta compartió la historia de sus vecinos, gente mexicana y también extranjera que vive en estas unidades acondicionadas, cada uno a su estilo, para tener lo indispensable.
En el video se muestra que en esa ocasión se instalaron en un campamento cerca de las aguas termales de El Mirador, en Michoacán.
Ahí compartieron la historia de la familia TripWagen, compuesta por mamá, papá y tres pequeñas niñas, quienes desde el 2018 salieron de su casa en Puebla y han recorrido ya 2 mil 500 kilómetros.
Cristian, el jefe de la familia, se dedica a reparaciones mecánicas de las camionetas Volkswagen, trabajo que hacía en Puebla, pero luego de conocer a varios viajeros en su taller es que se decidió por recorrer el país junto con su familia.
Para cumplir con su cometido dijo que regalaron todo lo que tenían en su casa en Puebla y emprendieron la aventura a bordo de una combi 1985 que adaptaron para que en su interior tengan cocina, sillón-cama, ventilación, 20 litros de agua para beber, 40 litros de agua para lavar los trastes, bañarse o lo que necesiten lavar, pantalla de televisión para las hijas y ventilación.
En la historia también compartió el caso de otro aventurero originario de Uruguay y se dedica a recorrer únicamente las costas y playas de México, pues su intención es mostrar las maravillas naturales que posee este país.
Tiene su camioneta acondicionada con cocina, cortinas en las ventanas para que no le molesten en la noche al dormir, salida de aire y desde luego el espacio para la cama.
Su sustento es a través de la venta de choripan uruguayo y así lo ha hecho desde hace 2 años a bordo de su camioneta conocida como La Esmeralda.
Scouterias es otra familia de mexicanos que han logrado llegar hasta Alaska y recién llegaron a Querétaro y de ahí a Morelia.
Ellos ya vendieron su casa y lo único que tienen es su furgoneta en la que recorren el mundo junto con sus dos hijos, a quienes su mamá les ha dicho que así seguirán viviendo hasta que ellos cumplan los 15 años de edad y decidan si quieren continuar viviendo y viajando en camioneta o quieren hacer otra cosa de su vida.
Para mantenerse cuentan con su canal de YouTube Scouterias en el cual comparte sus experiencias y los lugares que han conocido a bordo de su camper.
También comparte la aventura de Paco, un hondureño que llegó a México hace 12 años, pero desde hace 7 vive en su camioneta, junto con sus dos perros. En el vehículo tiene su ropa, sus pertenencias y donde guarda todos sus instrumentos musicales, ya que él se mantiene dando clases de guitarra, piano y chelo en una escuela de Morelia.
Las camionetas tienen en su interior baño seco, cocina, camas abatibles, electricidad, agua y combustible. La decoración ya es al gusto de cada quien, pues las hay muy austeras como otras con decoración hasta con plantas naturales o artificiales.
En el video los viajeros compartieron que algunos tienen trabajo fijo, como el caso del maestro de música en Morelia, otros llevan sus ahorros, mientras que otros más en ocasiones se asientan por algún tiempo en un sitio y ofrecen sus servicios, como el caso del mecánico poblano que siempre tiene trabajo de mecánica auxiliando a los viajeros.
Reconocen que se pasan algunas incomodidades y hay quienes les preguntan cómo pueden viajar con tanta inseguridad, pero aseguran que son más las cosas buenas que hay en México en comparación con lo malo.
En el caso de quienes viajan con hijos, argumentan que los niños socializan con otros niños y se dan tiempo para aprender los deberes de la escuela, por lo que no ven conflicto en que no asistan a un plantel de manera regular.
Se reconocen como “las ovejas negras de la familia”, como aquellos que se han salido del sistema, pero es algo que disfrutan, les resulta apasionante y bastante económico.
Todos prevén que en 10 años la gente viva en un camper en México y no por necesidad, sino por convicción, por sentirse libres y por disfrutar el aquí y el ahora.