Aunque suene como un cuento de hadas, Puebla, en alguna ocasión, llegó a destacarse entre las demás entidades del país por tener cálidas playas en su territorio. ¿Quieres saber cómo, cuándo y por qué desaparecieron? Sigue leyendo esta triste historia.
Durante el siglo XVIII, el estado poblano contaba con playas en ambas costas, ya que la distribución del suelo nacional le permitía tener dos salidas al mar.
¿Por qué desaparecieron las playas de Puebla?
Este proceso de reconfiguración territorial comenzó en 1787, cuando el visitador José de Gálvez implementó una reforma administrativa que dividió la Nueva España en 12 regiones, conocidas como intendencias. Puebla fue la segunda región más importante del país, sólo después de la capital.
El territorio poblano, en ese entonces, abarcaba desde el Golfo de México hasta el Océano Pacífico, convirtiéndose en una de las entidades con mayor importancia económica y política.
La Real Ordenanza de 1783, firmada por el rey Carlos III de España, dio origen a la provincia de Puebla y a su posterior inclusión en el sistema de intendencias.
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Puebla pasó a ser una de las regiones más influyentes, con un territorio que incluía importantes municipios como Atlixco, Tepeaca, Tehuacán, Cholula y Teziutlán.
Sin embargo, las modificaciones territoriales no se detuvieron ahí. En 1793, Tlaxcala se separó de Puebla por cédula real, y en los años siguientes, otros territorios como Cuautla-Amilpas y algunos municipios de Veracruz pasaron a formar parte de otros estados, lo que redujo aún más el tamaño de Puebla.
La disputa por las tierras y el acceso al mar fue un tema central durante estos cambios, con grandes intereses económicos y políticos en juego.
¿Qué playas tendría Puebla en la actualidad?
Si Puebla no hubiera sufrido estas modificaciones territoriales, hoy en día contaría con playas que atraerían a cientos de turistas.
Entre ellas, se encontraría la playa Ojo de Agua, ubicada a unos 50 kilómetros de Técpan de Galeana en Guerrero, así como el municipio de Tamiahua, que alguna vez fue parte de Puebla, y que hoy es un paraíso turístico en Veracruz.
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Además, el puerto de Tuxpan, que perteneció a Puebla, también sería un importante destino turístico si no hubiera sido cedido a Veracruz en 1853.
Así, el territorio que alguna vez fue un puente entre dos océanos ha quedado relegado a su posición actual, pero con una rica historia que lo conecta a esas costas lejanas que, en su momento, formaron parte de su territorio.
