El árbol de Navidad, con sus luces brillantes y adornos coloridos, es uno de los símbolos más representativos de las celebraciones decembrinas. Sin embargo, una vez que las festividades avanzan hacia el inicio de un nuevo año, surge la pregunta común: ¿cuándo es el momento adecuado para quitarlo de casa? Si quieres saber más, no te pierdas esta nota de El Universal Puebla.
Lee más: Precios de la gasolina en Puebla, estaciones más caras y más baratas
Aunque hoy en día el árbol de Navidad está principalmente asociado a las festividades navideñas, su origen se remonta a antiguas tradiciones paganas. Los pueblos germánicos, por ejemplo, veneraban los árboles siempre verdes durante el solsticio de invierno, como una forma de celebrar la vida en medio del frío y la oscuridad de la estación. Para ellos, estos árboles representaban la resistencia y la esperanza frente a las duras condiciones del invierno.
Esta es la fecha en la que se debe de quitar el Árbol de Navidad
En muchas culturas, se espera que el árbol se deje hasta el Día de Reyes, el 6 de enero, ya que esta fecha marca el fin de la temporada navideña. Para algunas personas, este es el momento ideal para retirar el árbol y los adornos, como parte de la tradición de despedirse de las festividades. Sin embargo, no existe una regla estricta sobre cuándo debe quitarse el árbol. Algunas familias lo mantienen hasta el fin de la primera semana de enero, mientras que otras prefieren retirarlo antes del inicio de la temporada de regreso al trabajo o la escuela. En todo caso, lo importante es que cada familia pueda elegir el momento que mejor se adapte a sus tradiciones o conveniencia.
Con la llegada del cristianismo, esta tradición se transformó y se le otorgó un nuevo significado. El árbol de Navidad comenzó a ser visto como un símbolo de la vida eterna, en referencia al nacimiento de Jesús. Se comenzó a adornar con luces, que representaban la luz de Cristo, y con otros elementos como manzanas (simbolizando el pecado original) y estrellas (representando la estrella de Belén). Así, el árbol se fue integrando en las celebraciones cristianas, evolucionando hasta convertirse en el emblema de las festividades navideñas que conocemos hoy.
El árbol de Navidad, al ser de hoja perenne, simboliza la vida eterna y la esperanza, ya que permanece verde y vivo incluso durante los meses más fríos del invierno. Sus ramas extendidas representan la unión familiar y la protección divina, abriendo sus brazos para acoger a todos los miembros del hogar. Las luces que adornan el árbol son un símbolo de la luz de Cristo, la cual ilumina el mundo y trae esperanza a la humanidad.
Lee más: Fechas, sede y todo lo que debes saber sobre el regreso de Edgar Oceransky a Puebla este 2025
Cada adorno colocado en el árbol tiene un significado especial. Por ejemplo, las esferas, que suelen ser rojas o doradas, evocan los frutos del paraíso y la abundancia que se ofrece en la vida eterna. Otros adornos, como las estrellas, representan la estrella de Belén, guiando a los Reyes Magos hacia el nacimiento de Jesús. De esta manera, el árbol de Navidad no solo decora los hogares, sino que también refleja un profundo simbolismo espiritual y familiar, que une las tradiciones culturales con los valores cristianos.
