Una de las calles más transitadas del centro histórico ha resistido el paso del tiempo durante siglos y es la más antigua de la ciudad de Puebla. Si no la conoces aquí te la presentamos.
De acuerdo con Hugo Leicht en su libro “Las calles de Puebla”, antes del siglo XX, las calles de la ciudad de Puebla tenían nombres que, en la época colonial, casi siempre hacían alusión a algún evento o personaje local, y posteriormente se usaron nombres de próceres de la historia nacional.
Tal es el caso de la Avenida 3 Poniente, anteriormente conocida como la Calle de los Herreros, nombre con el que aparece en el primer libro de los censos en 1584.
Desde la fundación de Puebla, esta calle ha sido una de las más importantes debido a su cercanía con las casas consistoriales (Ayuntamiento), la catedral y otros edificios de gran relevancia en la época colonial.
La denominación de Calle de los Herreros proviene de la presencia de seis herreros destacados y otros artesanos especializados en el oficio que residían a lo largo de esta vialidad.
Uno de estos herreros destacados fue Don Nicolás León. Especializado en la fabricación de armas, León creó la espada embutida en oro que el Ayuntamiento obsequió a Maximiliano de Habsburgo durante su visita a la ciudad en junio de 1864.
A principios del siglo XVII, el carpintero Juan Gómez de Melgarejo y su esposa Antonia Sánchez de Prados arrendaron una casa en esta calle en 1601 para crear el primer Proyecto de Teatro de la Ciudad llamado “El Corral de Comedias”.
La Calle de los Herreros destacó como una de las principales vías de la ciudad. Para 1746, ya contaba con casas de “entresuelos” o tres pisos, una característica arquitectónica avanzada que solo se veía también en las calles de Mercaderes y Mesones.
El administrador del grupo "Lo que quieres saber de Puebla", Fernando Mario Salazar Aranda, señala que a partir de 1877, la calle cambió su nombre a Calle de la Fragua en honor al ilustre jurisconsulto y diplomático José María Lafragua.
Este erudito legó su vasta colección literaria al colegio del Estado, y en reconocimiento a su contribución, se estableció la Benemérita Biblioteca José María Lafragua en la BUAP. Lafragua nació en una casa de esta calle, que se cree era el número 8.
