Las esferas navideñas son parte esencial de nuestra decoración y una de las mayores tradiciones de la época. Son utilizadas principalmente para adornar el árbol de navidad, pero con ellas se elaboran muchas otras decoraciones para el resto de la casa. Sin embargo, estos ornamentos tradicionales cuentan con su propio significado y origen, que te explicaremos a continuación.
Según cuenta la historia, Bonifacio fue un misionero alemán, actual canon por parte de la iglesia católica, quien adoptó la tradición de los pueblos de decorar árboles, fresnos y robles durante las primeras semanas de diciembre, pero él iba con la intención de cristianizar la costumbre.
En un principio, Bonifacio comenzó a adornar el árbol de Navidad con manzanas, representando el pecado original y las tentaciones, además de velas que representaban la luz de Cristo.
Con el paso del tiempo, esta decoración fue evolucionando, puesto que las manzanas se echaban a perder y las velas tenían cierto peligro en el hogar. Es por eso que, poco a poco, comenzaron a reemplazar estos elementos con esferas de vidrio.
Para la religión cristiana, las esferas simbolizan los dones de Dios a los hombres que son sabiduría, entendimiento, ciencia, consejo, piedad, fortaleza y temor a Dios. También representan las oraciones que deben recitarse durante el periodo de advenimiento de Cristo, cuatro semanas antes del nacimiento del Niño Jesús, de acuerdo con el calendario cristiano.
Cada esfera representa una oración, el color de las mismas depende de su intención. Estos son los principales junto con su representación:
En Chignahuapan, Puebla, se fabrican esferas navideñas los 365 días del año. Este pueblo mágico cuenta con más de 300 talleres artesanales que producen las esferas. Según la Dirección de Turismo Municipal de Chignahuapan, hay alrededor de 3 mil artesanos dedicados a su fabricación, que posicionan al municipio como el mayor productor nacional.