Los mudras son gestos, también llamados sellos, que se ejecutan principalmente mediante la combinación de los dedos, la palma de la mano y la muñeca durante la práctica de asanas, pranayama y meditación. Su propósito es concentrar y calmar la mente, así como transmitir mensajes entre la mente y el cuerpo, transformando y canalizando así la energía del ser. Si quieres saber más, no te pierdas esta nota de El Universal Puebla.
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La práctica de mudras tiene un origen antiguo y se suele asociar con disciplinas como la meditación, el yoga y la entonación de mantras (sonidos y cantos). Según Yamila Bellsolá, se recomienda realizar un mudra específico durante la meditación, ya que cada uno tiene una simbología o función que puede potenciar los beneficios de la práctica. Además, Bellsolá sugiere que se puede mantener un mudra durante unos minutos, al menos cinco, con los ojos cerrados, para conectar con y sentir sus efectos.
Los mudras, que son gestos simbólicos realizados con las manos y los dedos, se pueden clasificar en varias categorías según su uso y propósito. Aunque no existe un número exacto universalmente aceptado, se pueden identificar los siguientes tipos principales de mudras:
Gyan Mudra: El dedo índice toca el pulgar, mientras que los otros dedos permanecen extendidos.
Chin Mudra: Similar al Gyan Mudra, pero las palmas están hacia arriba.
Anjali Mudra: Las palmas se juntan en posición de oración frente al pecho.
Kundalini Mudra: Las manos se colocan en una posición específica para activar la energía kundalini.
Dharmachakra Mudra: Las manos se colocan en una posición que simboliza la rueda del Dharma.
Dhyana Mudra: Las manos descansan en el regazo, con las palmas hacia arriba y los dedos ligeramente tocándose.
Pranayama Mudra: Involucra el uso de los dedos para controlar la respiración y el flujo de energía.
Apana Mudra: El dedo medio y el anular se tocan con el pulgar, mientras que el índice y el meñique permanecen extendidos.
Cada mudra tiene su propio significado y beneficio, y se elige según el objetivo de la práctica o la intención personal.
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Se pueden distinguir dos tipos de mudras: los mudras activos, en los que la yema del pulgar toca las uñas de los otros dedos, y los mudras pasivos, donde las uñas no se tocan, siendo estos últimos los más comunes en kundalini yoga. En los mudras pasivos, se presiona la punta del pulgar contra los otros dedos sin aplicar demasiada presión. Aunque hay más de 380 mudras, 24 de ellos son los más frecuentemente utilizados y se consideran los principales. Cada uno tiene un significado particular que se adapta al momento o a la necesidad específica.