México mágico. Los apodos son parte de la esencia de los mexicanos. A cuántos de nosotros no nos han puesto un mote por nuestra forma de ser, vestir o actuar.
En el caso de los agentes de tránsito es más común. Aunque no hay un registro exacto del origen de sus sobrenombres, sí hay algunos que destacan.
En México, estos uniformados han sido llamados de diferentes formas.
En la capital del país, les dicen “tamarindos”, pero esto es porque su uniforme son del color de esta fruta.
Sin embargo, la mayoría de los motes les han sido otorgados a lo largo de los años por su forma de actuar.
Las personas siempre han relacionado a los agentes con corrupción debido a que se han destacado por pedir dinero para evitar alguna infracción.
Esto le ha dado vida a los apodos que les han puesto en distintas partes del país y que en su mayoría se replican.
Uno de ellos es “perros” por la analogía que siempre andan a la caza de su presa.
Es decir, están en búsqueda de alguna víctima para poder ir sobre ella.
Este mote va de la mano con “mordelones”, del cual nació el derivado de “la mordida” que consiste en darle dinero al uniformado para que no aplique la multa correspondiente.
El “trancho” es una forma de los mexicanos de recortar la palabra tránsito, pero con su toque.
Aunque “La Chota” es más utilizado para un elemento de la Policía, hay gente que también lo aplica para los agentes de tránsito, como una forma de generalizar.
Lo que es un hecho es que estos apodos han perdurado por muchos años en el léxico de los mexicanos.
Sin duda han roto fronteras porque la mayoría les decimos así a estos agentes y seguro en algún momento del tiempo se unirán más.