Una de las actividades que más valoramos los seres humanos es dormir. Más allá de ser esencial para la recuperación del cuerpo tras el día, el sueño también contribuye a pensar con mayor claridad, mejorar el desempeño en nuestras tareas, reducir el estrés, elevar el estado de ánimo, disminuir el riesgo de enfermedades como la diabetes y problemas cardíacos, y mantener un peso saludable. Dormir bien es una necesidad y muchas veces no lo conseguimos por la posición en la que dormimos, si quieres saber más, no te pierdas esta nota de El Universal Puebla.
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Como podemos observar, dormir ofrece numerosos beneficios, pero estos solo se obtendrán si se hace correctamente. Aunque pueda parecer una actividad sencilla, es crucial prestar atención a las posturas y al entorno en el que descansamos, ya que esto influye en la calidad del sueño y en la prevención de molestias o dolores. Especialistas como el Dr. Juan Carlos del Razo Becerril de la FES Zaragoza subrayan la importancia de adoptar posturas saludables al dormir. Por ello, hemos consultado con él sobre las diferentes posiciones para dormir, evaluando los pros y contras de cada una y destacando cuál es la mejor opción para un descanso óptimo.
¿Cuál es la mejor posición para dormir? Esto dice el Dr. Juan Carlos del Razo Becerril
El mejor modo de dormir es de lado, especialmente del lado izquierdo, afirmó el Dr. Juan Carlos del Razo Becerril. Destacó que esta posición ofrece varias ventajas, como la prevención de dolores cervicales y de espalda, la mejora de la respiración, la reducción de los ronquidos y la disminución del reflujo gastroesofágico.
Como mencionó el experto, dormir del lado izquierdo no solo proporciona estos beneficios, sino que también mejora el flujo sanguíneo, lo que ayuda a mantener la presión y el volumen sanguíneo estables. Además, evita la compresión de la arteria aorta, que es fundamental para bombear sangre desde el corazón hacia el resto del sistema circulatorio.
Asimismo, esta posición es especialmente recomendada para las mujeres embarazadas, especialmente durante los últimos tres meses antes del parto. Acostarse de lado, preferiblemente del lado izquierdo, ayuda a mantener una buena circulación sanguínea al facilitar el trabajo del corazón. Esto se debe a que evita que el peso del bebé y los órganos de la madre presionen los grandes vasos, lo que favorece el flujo sanguíneo y, en consecuencia, beneficia tanto al feto como a la madre.
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Además de adoptar una postura adecuada para un sueño reparador, es fundamental considerar otros factores como la almohada y el colchón en los que descansamos. Respecto a la almohada, el profesor universitario enfatizó que debe ofrecer un soporte adecuado para la cabeza, pero sin elevarla excesivamente. Si la almohada es demasiado alta, puede causar una flexión excesiva del cuello, lo que dificulta la respiración y puede provocar apnea del sueño.
