Desde que llegó el mes de octubre, la creatividad de muchos panaderos se ha visto reflejada a través de redes sociales, pues a pesar de que aún faltan varios días para la celebración de Día de Muertos, los reposteros de este municipio han sacado a la venta un pan de muerto bastante original y tradicional.
Se trata de la “Hojaldra de Talavera”, un pan glaseado con los colores blanco y azul que simulan la decoración de esta pieza artesanal.
Este novedoso postre lo puedes encontrar a una hora del Centro Histórico de Puebla, en el Pueblo Mágico de Huamantla, en el estado Tlaxcala.
La Hojaldra de Talavera tiene un costo aproximado de 40 pesos y la puedes encontrar en la panadería “La Flor de Huamantla”, ubicada en la calle Allende Norte 113, Justo en el centro de este Pueblo Mágico.
Esta panadería cuenta con otras opciones de sabores y diseños, como guayaba, mazapán, chocolate, canela y la hojaldra negra, la cual está espolvoreada con ceniza de totomoxtle.
Así que ya sabes, en esta temporada puedes darte una vuelta a este Pueblo Mágico e ir por tu Hojaldra de Talavera.
¿Cuál es el origen del pan de muerto?
La historia del pan de muerto se remonta a la época de la Conquista, cuando se practicaban los sacrificios humanos en honor a los dioses Izcoxauhqui o Huehuetéot.
Los españoles vieron violenta esta práctica que sugirieron que se preparara un pan de trigo con forma de corazón, bañándolo de azúcar y pintándolo de rojo. De esta forma, ninguna vida humana se perdía, además de ser comestible.
Con el paso del tiempo, el pan de muerto se ha modificado hasta ser como lo conocemos hoy.
¿Cómo es el Pan de Muerto?
Este tradicional pan se caracteriza por tener forma circular, ya que representa el ciclo de la vida y la muerte.
En la parte superior tiene una pequeña bolita que significa un cráneo, y cuatro figuras de masa en forma de hueso, que simbolizan la muerte.
Sin embargo, en otras partes del país se le atribuyen distintos significados, unos dicen que son lágrimas por la pérdida del ser querido o que los huesos cruzados, representan los cuatro puntos cardinales y a los cuatro dioses prehispánicos (Quetzalcóatl, Tláloc, Xipe Tútec y Tezcatlipoca).
Dependiendo del estado es su preparación, algunos sólo los barnizan con huevo y mantequilla, mientras que otros los hacen con azúcar, rayadura de naranja y un toque de azahar, el cual, se dice, evoca al recuerdo de los difuntos.
Por ejemplo, en Puebla en lugar de azúcar es adornado con ajonjolí, y en lugar de azahar se coloca un poco de anís, mientras que el Oaxaca se hace con pasta hojaldrada, y se le pone un pequeño rostro en honor al ser querido.