Brandon Burgos, de 11 años, es el tatuador más joven del que se tiene noticia en México, siguiendo los pasos de su padre que tiene un estudio de tatuaje en la ciudad de Puebla.
Con cerca de 30 creaciones, Brandon tiene un talento natural, y realiza sus tatuajes bajo la supervisión de su padre en el estudio JB Tattoo.
Su primer tatuaje lo realizó en la piel de su propio padre el diseño de un craneo.
"Me puse muy nervioso, no sabía cómo iba a quedar el resultado", dijo en una entrevista reciente con la agencia de prensa AFP.
"Empecé ayudándole a mi papa, viendo videos, y leí un libro que es un curso de tatuaje, y empecé a leerlo", señala Brandon.
También prcticó en haciendo diseños en piel sintética de silicón y en frutas.
Actualmente cursa el último año de la escuela primaria, y su sueño es convertirse en marinero, o bien en artista de tatuaje.
Señala que ha aumentado el número de personas que le piden un tatuaje, lo que ha incrementado su confianza.
José Burgos es el nombre del padre del menor, quien afirma que a la edad de seis años hizo su primer tatuaje.
Con la pandemia comenzó a involucrarse más con la actividad, y el único requisito que tiene es sacar buenas calificaciones en la escuela.
Incluso recibió una invitación para participar en su primera exhibición en el barrio de Tepito, en la Ciudad de México.
