Las altas temperaturas del verano combinadas con malas prácticas de prevención pueden causarnos graves molestias a todos. Este aspecto es especialmente importante en los perros, pues al no tener glándulas sudoríparas distribuidas por su cuerpo, sólo pueden regular su temperatura jadeando y eliminando el sudor a través de sus patas, lo cual es un proceso lento. Si quieres saber cómo evitar un golpe de calor, no te pierdas esta nota de El Universal Puebla.
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El golpe de calor es una condición grave que se produce cuando la temperatura corporal de un perro o gato supera los 40ºC. Esto puede ocurrir en condiciones de calor extremo y alta humedad. Es importante señalar que el golpe de calor se considera una emergencia veterinaria porque puede ser fatal en tan solo 15 minutos. Según los estudios, alrededor del 40% de los animales que sufren un golpe de calor tienen probabilidades de morir. Por eso la prevención es fundamental.
La hipertermia es lo que todos conocemos como "golpe de calor", es decir. un aumento en la temperatura corporal de un animal. Cuando un perro sufre un golpe de calor, puede provocar sangrado, problemas vasculares, problemas neurológicos y respiratorios e incluso inflamación cerebral. La mejor manera de evitarlo es considerar lo siguiente:
Las razas braquicefálicas (bulldogs, carlinos, bóxer… persas), los cachorros, los perros ancianos, los perros con sobrepeso y las razas nórdicas son más propensos. Presta especial atención a estas mascotas durante el verano.
Los paseos deben realizarse temprano en la mañana o al caer la tarde, cuando las temperaturas son más suaves. Además, elige zonas verdes para pasear, ya que las áreas urbanas, el asfalto y las aceras retienen más calor.
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Lleva siempre agua fresca y disponible para tu mascota durante los paseos. Evita dejar a tu perro en patios pequeños o terrazas sin sombra. Es importante que tu mascota tenga un refugio fresco donde pueda descansar y protegerse del sol.
Recuerda que en la mayoría de los casos, un animal que sufre un golpe de calor requerirá hospitalización para hidratación intravenosa y una estrecha vigilancia, la mayoría de las veces en cuidados intensivos, por lo que es mejor prevenir que lamentar.