El insomnio es un trastorno donde la persona tiene dificultades para conciliar el sueño, para mantenerse dormido o para lograr un sueño de buena calidad. Esto ocurre incluso cuando tiene el tiempo y el entorno correcto para dormir bien. Puede interferir con sus actividades diarias y puede hacer que sienta somnolencia durante el día.
Esto puede ser causado por estrés o por cambios en sus horarios o en su entorno. Puede durar unos días o semanas. El insomnio crónico (de largo plazo) ocurre 3 o más noches por semana, dura más de 3 meses y no puede ser explicado completamente por otro problema de salud. Además afecta a la memoria, la concentración y aumenta el riesgo de tener presión arterial alta, cardiopatía isquémica, diabetes y cáncer.
Aunque existen diversas soluciones para abordar el insomnio, la dieta desempeña un papel fundamental. Algunos alimentos contienen nutrientes que pueden favorecer el sueño y fomentar la relajación. Es importante destacar que esto debe complementarse con hábitos saludables de sueño, es decir, mantener horarios regulares para descansar, establecer un entorno propicio para dormir y reducir el consumo de cafeína, lo que también resulta fundamental para abordar este problema.
Alimentos que reducen el insomnio
- Los plátanos son una fuente rica en potasio y magnesio, minerales que desempeñan un papel importante en la relajación muscular. El magnesio, en particular, ayuda a regular la actividad del neurotransmisor GABA, que tiene propiedades relajantes.
- Las almendras son una excelente fuente de magnesio y también contienen triptófano. Este fruto seco es un aperitivo saludable que puede contribuir a mantener estables los niveles de azúcar en sangre durante la noche, evitando fluctuaciones que puedan afectar el sueño.
- Por última, la cherimoya. Es una fruta tropical que contiene una buena cantidad de vitamina B6, esencial para la producción de melatonina y también desempeña un papel en la producción de serotonina, ayudando así a regular el sueño y mejorar el estado de ánimo.
Cabe destacar que cada individuo es único, por lo que lo que beneficia a uno puede no tener el mismo efecto en otro. En caso de insomnio persistente o recurrente, es aconsejable consultar con un profesional médico para identificar las posibles causas subyacentes y recibir el tratamiento pertinente.