En la temporada de lluvias, puede ser complicado bañar a tu mascota con frecuencia, especialmente durante el otoño e invierno, cuando la humedad y el frío pueden hacer que no desees que tu perro se enferme o sufra durante el baño. Por eso, es importante conocer algunos consejos para bañarlo y asegurarte de que no se resfríe. Si quieres saber más, no te pierdas esta nota de El Universal Puebla.
En primer lugar, es importante destacar que las bajas temperaturas típicas de esta temporada representan un riesgo para la calidad de vida de los perros. Aunque su pelaje tiene una función para regular la temperatura, no están acostumbrados a soportar climas extremadamente fríos. Además, hay una diferencia notable entre el ambiente cálido de los interiores y el frío exterior. Por otro lado, los virus tienden a multiplicarse y propagarse más fácilmente en climas fríos, lo que hace que estos animales, al igual que nosotros, sean más vulnerables a sus efectos.
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Generalmente, se aconseja bañar a los perros una vez al mes, aunque esto puede variar según su raza, necesidades y estilo de vida. Bañarlos con demasiada frecuencia puede ser perjudicial para su salud; evitar hacerlo semanalmente o, aún menos, a diario, ya que esto podría causar resequedad en su piel o problemas más graves. Es recomendable consultar a un veterinario especializado para recibir orientación adecuada.
Es recomendable bañar a tu mascota entre las 9 y las 12 del día, cuando el clima suele ser más templado y hay menos corrientes de aire. Sin embargo, ten en cuenta tu ubicación; si en esas horas todavía hace frío, evalúa si es mejor adelantar o retrasar el baño. No es obligatorio bañar a tu perro exactamente cada mes; considera su nivel de suciedad y la temperatura ambiente. Evita exponerlo a climas muy fríos, ya que esto puede ser peligroso para su salud.
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La frecuencia de los baños depende de varios factores, como el estilo de vida del perro, su tipo de pelaje y raza, así como cualquier problema de piel que pueda tener. Un perro que vive en la ciudad puede necesitar un baño cada seis meses, mientras que uno que tiene acceso al campo podría requerir uno mensual. Además, los perros con pelaje largo y enmarañado suelen necesitar baños más frecuentes que aquellos con pelaje normal.
Es fundamental no bañar a un cachorro hasta que haya completado su plan de vacunación, a menos que lo indique su veterinario, ya que el enfriamiento en esta etapa puede debilitar su sistema inmunológico. Si es necesario bañar a un cachorro, asegúrate de secarlo bien para prevenir que se enfríe.