Las haciendas representan un fascinante capítulo de la historia colonial de México. Mientras algunas han sido restauradas y transformadas en lujosos hoteles, otras han quedado en ruinas, envueltas en un halo de misterio. Aquí te compartimos cinco haciendas antiguas y abandonadas cerca de la ciudad de Puebla, te aseguramos que vale la pena visitarlas.

Ex Hacienda de San Juan Raboso

Esta antigua construcción se localiza a menos de dos horas del Centro Histórico de Puebla, en el municipio de Izúcar de Matamoros.

Fue edificada en el siglo XVII y se dedicó por años a la producción cañera de la región. Actualmente, aún se pueden ver sus columnas de cantera y su techo del siglo XIX, conocido como bóveda catalana, una combinación de rieles y ladrillos

La hacienda también está relacionada con la Capilla del Diablo, situada en San Isidro, Izúcar de Matamoros, a unos tres kilómetros de la hacienda. De acuerdo con Raúl Martínez Vázquez, cronista de Izúcar de Matamoros, esta capilla le perteneció a un hacendado español y fue donde hizo pacto con el diablo para tener fortuna y dinero.


Ex Hacienda Caxcantla

La ex Hacienda de Caxcantla se ubica a unas dos horas de la capital de Puebla, en el municipio de Aljojuca. Esta hacienda está a 1 hora y media de la capital poblana.

Data de finales del siglo XVIII, y detrás de la iglesia se distribuye la hacienda, donde estaban las habitaciones, los patios céntricos, las caballerizas, la zona de guardado de alimentos y dos aljibes.

Hacia su lado norte, imponentes se encuentran tres volcanes y a la lejanía el Pico de Orizaba que hacen que el sitio se vuelva aún más interesante. La leyenda cuenta que en esta hacienda está oculto un tesoro; sin embargo, hay presencias diabólicas y apariciones fantasmagóricas, que impiden encontrarlo.


Ex Hacienda de San Miguel Acocotla

En la Junta Auxiliar Soledad Morelos, a 50 minutos de la capital poblana, en el valle de Atlixco, se encuentra esta hacienda.

Este casco antiguo, ubicado al este de la localidad, data de más de 250 años, cuyo dueño fue Antonio Calderón, propietario de dos haciendas en la región, la de La Uvera en Atlixco y la de San Miguel.

El destino de su dueño fue terrible, pues fue asesinado, pero jamás encontraron a los culpables. Los pobladores cuidan hasta la fecha esta hacienda evitando que la gente excave en la propiedad, buscando tesoros u objetos de valor.

Su Iglesia fue restaurada y es visitada por los habitantes durante sus festividades. Este lugar brinda una hermosa postal del volcán Popocatépetl.



Ex Hacienda Michac

La gente de Michac cuenta que en la ex hacienda están viviendo brujas que comen niños que no están bautizados y que a media noche salen a pasear en forma de bolas de fuego y en el día para salir se convierten en guajolotes.

Esta hacienda se encuentra en la localidad homónima de Michac, ubicada a 8 minutos del centro de Chignahuapan y a dos horas de la ciudad de Puebla


Ex Hacienda Sandoval

Esta construcción formó parte de la vida pre revolucionaria y aunque está en ruinas, aún puede visitarse.

Esta hacienda se encuentra en la carretera que conduce a la comunidad de Santa Cruz Texmalaquilla, a tan solo 113 kilómetros del zócalo de Puebla.

Muy cerca de ella se encuentra la Parroquia de San Antonio, que data del siglo XVI y es un ícono de la región en cuanto a construcciones coloniales.

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