Propios y extraños aún no superan la maldición de la ciclovía en Puebla. En el sitio también puedes degustar una cemita de carnitas.
“Auténticas cemitas de cabeza. La ciclovía de la muerte” es el letrero que da nombre al carrito ambulante de fritangas que se estaciona en este lugar.
Los peatones que tropezaban con el carril para bicicletas ubicado en la 7 Sur, en esquina con la 13 Poniente, quedaron inmortalizados en videos de una cámara de vigilancia, lo que posteriormente ocasionó que Puebla y los poblanos se convirtieran en hazmerreír a nivel nacional.
El suceso provocó una avalancha de memes, además de que emprendedores se dedicaron a fabricar llaveros y playeras, como “recuerdo” del carril para bicis más famoso de México.
El más reciente emprendimiento en torno a la denominada ciclovía maldita es este carrito de cemitas.
“Un foráneo nunca se puede ir sin probar las auténticas cemitas de la ciclovía de la muerte”, escribió Alveyro, uno de los internautas que no ha perdido la oportunidad de degustar estas fritangas.
Este carrito también se autocalificó como “cemitas premium” y su menú incluye las de trompa, cachete, lengua, surtido y maciza, es decir, hay variedad para que los comensales puedan escoger su favorito.
Tal vez no serán las cemitas de El Carmen, reconocidas por muchos como las mejores de Puebla, pero estas cemitas de la ciclovía también tienen lo suyo.