La Cámara de Diputados aprobó esta semana reformas a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política de México, enfocándose en áreas y empresas estratégicas. Con esta modificación, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex) recuperan su estatus como empresas públicas. La presidenta Claudia Sheinbaum comentó que este cambio podría interpretarse como un revés a la iniciativa que se aprobó en 2013, la cual había promovido una mayor apertura y participación del sector privado en estas industrias. Si quieres saber más, no te pierdas esta nota de El Universal Puebla.
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Durante la discusión de la reforma, el diputado Pedro Vázquez González, del Partido del Trabajo (PT), afirmó que este cambio garantizará un acceso equitativo a los servicios y productos, lo que contribuirá a prevenir abusos monopólicos. Además, destacó que la reforma asegura la protección de los recursos y riquezas de México. Según Vázquez, esta medida es fundamental para promover una mayor justicia social y económica, al fortalecer el papel del Estado en sectores clave de la economía y salvaguardar los intereses de la población.
¿Bajará el costo del recibo con la reforma energética?
Especialistas de la Universidad de Guadalajara y de la Universidad Panamericana, consultados por un medio nacional, señalaron que la reforma podría resultar en precios más accesibles para la energía eléctrica y los combustibles, e incluso podrían experimentar una reducción. Según los expertos, este cambio en la estructura de las empresas públicas podría aumentar la competencia y la regulación en el sector energético, lo que beneficiaría a los consumidores al hacer más asequibles estos servicios esenciales. Esta perspectiva sugiere un potencial impacto positivo en la economía familiar y en la dinámica del mercado energético en el país.
El académico explicó que, en caso de ser necesario, el gobierno federal tendría la responsabilidad de subsidiar los costos de la energía eléctrica y la gasolina. Destacó que, con una gestión administrativa adecuada, tanto la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como Petróleos Mexicanos (Pemex) podrían mejorar su situación financiera. Esta posibilidad sugiere que, si se implementan estrategias efectivas y se optimizan recursos, las empresas paraestatales podrían no solo estabilizarse, sino también contribuir de manera más significativa al bienestar económico del país.
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Israel Macías, economista de la Universidad Panamericana, también manifestó que es muy probable que el recibo de luz no aumente. Esto se debe a que, al ser la Comisión Federal de Electricidad (CFE) una empresa pública, las tarifas podrían ser subsidiadas por el gobierno federal. Este enfoque permitiría mantener los costos de la energía eléctrica bajo control y proteger a los consumidores de incrementos significativos, lo que podría resultar en un alivio financiero para muchas familias.
