Durante la mañana de este viernes 3 de enero de 2025, se registró un deslave en la carretera Puebla - Córdoba, lo que provocó un cierre total de la vialidad. Las autoridades han solicitado a los automovilistas que tomen sus precauciones y busquen rutas alternas para evitar contratiempos. El cierre de la carretera podría generar congestionamiento en las vías cercanas, por lo que se recomienda estar atentos a las actualizaciones de las autoridades y de los medios de comunicación para recibir información sobre la reapertura de la carretera. Si quieres saber más, no te pierdas esta nota de El Universal Puebla.
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Si tenías planeado utilizar la carretera Puebla-Córdoba, te recomendamos buscar rutas alternativas, ya que la vialidad permanece cerrada debido al deslave ocurrido esta mañana. Es importante estar al tanto de las actualizaciones de las autoridades para conocer el estado de la carretera y cuándo se reabrirá. Mientras tanto, es preferible evitar la zona para no quedar atrapado en el tráfico o en posibles bloqueos.
Estas son las alternativas viales al bloqueo de la carretera Puebla-Córdoba
Como alternativas viales, las autoridades recomiendan a los automovilistas, así como a los conductores de autobuses y camiones, tomar la ruta hacia Puebla pasando por Nogales, Ciudad Mendoza, Acultzingo, Azumbilla, Esperanza y finalmente Puebla. Esta es una vía recomendada para evitar el cierre en la carretera Puebla-Córdoba. Asimismo, las autoridades han solicitado a la población mantenerse atenta a las indicaciones en la zona, con el fin de evitar percances y garantizar la seguridad de todos los usuarios de la carretera. Es crucial seguir las señales y recomendaciones locales mientras se resuelve la situación.
A través de sus redes sociales, la Guardia Nacional informó que, debido a un deslave de talud sobre la carpeta asfáltica, se tuvo que cerrar la carretera Puebla-Córdoba con dirección a Puebla. El incidente ocurrió cerca del kilómetro 321-100 de la autopista 2100. Las autoridades han recomendado a los automovilistas tomar las debidas precauciones y evitar la zona, buscando rutas alternas mientras se realiza el retiro del material y se evalúa la situación. Es importante mantenerse informado a través de los canales oficiales y seguir las indicaciones para garantizar la seguridad en la vía.
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Los deslizamientos de tierra se clasifican en activos e inactivos. Los deslizamientos activos son aquellos taludes que están en constante movimiento, lo que los convierte en una amenaza continua para las zonas circundantes. Por otro lado, los deslizamientos inactivos no presentan movimiento, pero tienen el potencial de ser reactivados por factores naturales como lluvias intensas, sismos o alteraciones en el terreno.
De acuerdo con estadísticas, aproximadamente el 40% de los deslizamientos ocurren debido a fuertes lluvias, lo que resalta la influencia significativa del clima en la ocurrencia de estos eventos. Las lluvias, al saturar el suelo, pueden debilitar la estructura del talud y provocar su deslizamiento, especialmente en áreas de terrenos inclinados o inestables. Esto muestra la importancia de monitorear las condiciones climáticas para prevenir o mitigar los riesgos asociados con los deslizamientos.
