¿Te imaginas recorrer las calles de Puebla si estuviera nevando? Aunque esta ciudad es conocida por su clima templado y su imponente vista al volcán Popocatépetl, soñar con este escenario invernal no está de más.
Gracias a la Inteligencia Artificial, podemos visualizar cómo lucirían sus icónicos edificios, como la Catedral o el Barrio del Artista, bajo un cielo frío y un paisaje nevado.
Los colores de las fachadas coloniales contrastarían con el blanco de la nieve, creando una estampa digna de postal.
Meta AI, nos muestra las cúpulas de varias iglesias de Puebla reflejando destellos sobre la nieve. Las calles de Puebla que normalmente están llenas de vida y color, se transformaría en un sereno paisaje con árboles cubiertos de escarcha y bancos rodeados de nieve.
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Los árboles están parcialmente cubiertos de nieve, añadiendo un toque invernal al entorno urbano. La vista panorámica captura la extensión de la ciudad en el fondo, con los detalles de los edificios apenas visibles a través de la ligera neblina causada por la caída de nieve.
Por último, la Catedral de Puebla aparece cubierta por un manto de nieve, un escenario inusual que transforma el emblemático monumento en un paisaje invernal.
La arquitectura colonial y sus intrincados detalles de cantera resaltan aún más bajo la capa blanca de nieve que adorna sus torres, cúpulas y arcos.
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La nieve sigue cayendo suavemente, lo que agrega un toque dinámico y mágico a la escena. El contraste entre la piedra oscura de la catedral y el blanco brillante de la nieve crea una atmósfera serena y casi de cuento.
El cielo nublado y gris intensifica la sensación de frío y aislamiento, mientras la estructura imponente del edificio se erige como un símbolo atemporal en medio de este entorno invernal.
El día que la ciudad de Puebla despertó bajo un paisaje blanco ha quedado marcado en su historia como un evento extraordinario y poco común.
Según el cronista David Ramírez Huitrón, el 6 de febrero de 1908, la capital poblana vivió un fenómeno climático inédito.
Aunque el día comenzó como cualquier otro invierno sin temperaturas especialmente frías, el cielo se llenó de nubarrones que anunciaban una tormenta.
Aproximadamente a las 17:30 horas, una intensa granizada cubrió la ciudad durante más de 45 minutos. El hielo cayó en tal cantidad que las calles del Centro Histórico quedaron cubiertas por una gruesa capa, lo que para muchos dio la impresión de una nevada, algo nunca antes visto en Puebla.
Este fenómeno sorprendió y emocionó a la población, pero también dejó tras de sí daños significativos.
La red eléctrica quedó suspendida por días, el servicio de tranvía fue interrumpido, y hubo inundaciones en la zona del río San Francisco que afectaron locales y sitios de entretenimiento.
Un fenómeno similar ocurrió el 14 de noviembre de 2021, cuando una fuerte tormenta dejó nuevamente las calles del centro histórico cubiertas de granizo.
Lugares emblemáticos como el Paseo Bravo, la 7 Norte y la 2 Poniente amanecieron con una gruesa capa de hielo, lo que permitió a la población revivir ese mágico escenario.
Familias aprovecharon para jugar en las calles e incluso construir muñecos de nieve improvisados.