Las citas entre dos personas que se atraen o simplemente buscan estrechar sus lazos afectivos han cambiado con el paso de los años. De hecho, durante generaciones se han registrado cambios sustanciales. Ahora, la generación Z parece haber impuesto su sello al respecto, definiendo la forma en la que realizan sus citas.
Todo indica que los tradicionales escenarios románticos y apacibles quedaron en el pasado, dando paso a una nueva dinámica. El movimiento y la visión que caracterizan a la generación Z están a la vista.
No solo han modificado su comportamiento social y económico, así como su perspectiva laboral; al parecer, los integrantes de la generación Z están revolucionando por completo su forma de relacionarse.
Los integrantes de la generación Z, en lugar de buscar un lugar para conversar, prefieren actividades que combinen entretenimiento y experiencias compartidas.
Esto los ha llevado a asistir, por ejemplo, a talleres de pintura o a clases de cocina y manualidades, en una modalidad que se conoce como encuentros BYOB (Bring Your Own Bottle, o “trae tu propia bebida”), que gana popularidad.
Esta propuesta de interacción social capta la atención de los integrantes de la generación Z y revoluciona las citas, ofreciendo alternativas para abatir el ocio.
En general, se parte del hecho de que realizar una actividad contribuye a fraternizar con mayor facilidad.
De ahí que se incremente la oferta de clases de arte, decoración de cupcakes, cerámica y otras actividades que facilitan la conversación y crean un espacio donde las parejas pueden compartir una experiencia diferente.
En el fondo, no hay que perder de vista que los integrantes de la generación Z priorizan la participación en experiencias accesibles y memorables.