El célebre Ángel de la Independencia, un símbolo más que representativo de la Ciudad de México, según la inteligencia artificial, en el año 2050 sufrirá una mutación asombrosa.
En principio, porque contará con una sólida columna que lo soportará, evidentemente reforzada por el antecedente de la ocasión en la que cayó, como consecuencia del sismo del 28 de julio de 1957, de una magnitud de 5.8 grados.
Es necesario precisar que El Ángel, también conocido como la “Victoria Alada”, está sobre la denominada columna de la Independencia, que alberga los relieves de los héroes patrios.
Por lo que hace a sus manos las tendría libres, aunque separadas del cuerpo y dirigidas hacia el piso. Dejaría de sostener en la mano derecha la corona de laureles como símbolo de la victoria y en la izquierda una cadena con eslabones rotos, símbolo del fin de la esclavitud impuesta durante tres siglos de dominio español.
Su atuendo dejará de parecer estar movido por el viento, para tener una caída normal, dando más seriedad a su figura. La corona que se ciñe en su testa será más estilizada, con una apariencia de rayos en lugar de ser redonda.
En tanto que la posición de sus alas también variará, para quedar en forma de “V”, con un plumaje más marcado y estilizado. Las alas ya no solo apuntarán hacia el cielo.
En cuanto a su rostro, será más definido y sobresaldrá por sus dimensiones de su entorno sobre la emblemática Avenida Paseo de la Reforma, que en consecuencia lucirá con una mayor cantidad de árboles, teniendo detrás la imagen del imponente volcán Popocatépetl.
En suma, la mutación será tan asombrosa que lleva a pensar que en algún momento la estatua original tendrá que ser reemplazada para mantener su esencia y mensaje.