Huejotzingo, el lugar de “Pequeños Sauces”, se encuentra en la parte centro-oeste del estado de Puebla, entre el valle de Puebla-Tlaxcala, justo al pie del volcán Iztaccíhuatl, la tercera montaña más alta de México.
Tiene una extensión territorial de 250.41 kilómetros, convirtiéndose en uno de los municipios más grandes de Puebla. Sin embargo, datos históricos han señalado que durante la época prehispánica el señorío o reino Huexotzinca era mucho más grande de lo que es actualmente.
De acuerdo con Christian Siruguet, en el libro Historia Prehispánica de Huejotzingo, “el reino era tan grande y poderoso que fue capaz de enfrentarse al Imperio de Tenochtitlan y convertirse en un gran aliado de Hernán Cortés”.
De acuerdo con el autor, Huejotzingo había llegado a ser cabeza de un reino de 4 mil kilómetros cuadrados, más que el actual estado de Tlaxcala.
Según los especialistas, Jacinto García Flores y Ana Lilia Silva Ambríz, el señorío o reino huexotzinca surgió después de las guerras con los tlaxcaltecas y se dispersó en las barrancas de Nepopualco, Tianguizolco, Tianguistenco, Tlanicontla, Coyotzinco y Chiautzinco.
Sin embargo, después de la Conquista española, Carlos V alentó a la reducción del territorio huexotzinca.
Los sobrevivientes de estas poblaciones (cuyos habitantes se redujeron de 80 mil a casi 40 mil a causa de la guerra, el matlazahuatl y el cocoliztle) fundaron una nueva ciudad de Huejotzingo, en los terrenos llanos que antiguamente se conocían como Amillpan y que se localizan a unos kilómetros al oriente de la dicha San Juan la Loma.
Como es sabido, los primeros franciscanos fundan un convento en el siglo XVI, en este primitivo emplazamiento de la ciudad.
Este sitio es considerado uno de los primeros establecimientos franciscanos en nuestro país y en la nueva España. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1994.
En este templo se venera a San Miguel, patrono de Huejotzingo y es uno de los importantes de Puebla junto con los conventos de Texcoco y Tlaxcala.
Se empezó a construir en 1525 a cargo de fray Juan de Alameda y se terminó en 1570 por el arquitecto Toribio de Alcaraz.
Actualmente, Huejotzingo es considerado como “cuna de la evangelización” e incluso hay un museo que te explica más de esta historia.
Desde el Zócalo de la capital poblana hay que desplazarse hacia la autopista México-Puebla, dirigirse a la Ciudad de México, hasta encontrar los señalamientos que conducen al Aeropuerto Internacional Hermanos Serdán.
Al pasar la terminal aérea deberás seguir los señalamientos que llevan a Huejotzingo.