La lucha libre es un deporte que desde hace décadas ha roto estereotipos. No solo es un deporte para hombres, tampoco se divide solo entre rudos y técnicos. Mucho menos está limitado a la participación masculina. Los luchadores exóticos ocupan un lugar especial.
Con su presencia, indumentaria y comportamiento, los luchadores exóticos han impregnado una esencia especial al deporte de la lucha libre a lo largo de los años. Según registros históricos, los luchadores exóticos surgieron en México a principios de los años 40 del siglo pasado.
El primer luchador exótico con presencia en México fue el texano Dizzy Gardenia Davis, quien en sus presentaciones se hacía acompañar de un valet. Arribaba al cuadrilátero con un ramo de flores que repartía entre el público, acción que acompañaba con gestos que preparaban el ambiente para el encuentro.
Posteriormente, surgieron otros luchadores como Lalo "El Exótico", El Bello Califa, Adorable Rubí, Bello Greco, Sergio "El Hermoso", Babe Sharon, Bello Adán, Rudy Reina y Jorge "El Hermoso". Desde el cuadrilátero, los luchadores exóticos han representado a la comunidad LGBTTTIQ+ a lo largo de los años.
En el pasado reciente, figuras como My Flowers, Cassandro, Pimpinela Escarlata, Polvo de Estrellas, Máximo, Dulce Gardenia, Estrella Divina y Mamba han destacado en la lucha libre. Además, los luchadores exóticos han logrado obtener campeonatos y luchar en tercias compuestas por un luchador masculino, una luchadora y un exótico.
Evidentemente, la lucha libre es un espacio especial donde los exóticos cuentan con un lugar destacado.