El volcán Popocatépetl, conocido cariñosamente como “Don Goyo” o “Popo,” es uno de los volcanes más activos y peligrosos de México y el mundo. Aunque su interior ha sido históricamente un misterio, recientes avances tecnológicos, como el uso de inteligencia artificial (IA), están ayudando a los científicos a revelar lo que esconde este coloso.
Según ChatGPT, estas son las principales características de su composición interna:
Actúa como un reservorio donde se acumula magma, gases y cristales antes de una erupción. En el caso del Popocatépetl, el magma proviene del manto terrestre y se enriquece con otros materiales durante su ascenso.
Este conducto está compuesto de roca sólida y magma solidificado en sus paredes, lo que lo fortalece, pero también lo hace susceptible a fracturas durante episodios de alta presión.
Suele contener depósitos de lava solidificada, gases, cenizas y ocasionalmente pequeñas lagunas formadas por agua de lluvia o derretimiento de hielo.
El Popocatépetl, como volcán estratovolcánico, está formado por capas alternadas de lava solidificada, cenizas y piroclastos (fragmentos de roca volcánica). Estas capas son el resultado de múltiples erupciones a lo largo de su historia.
En su interior hay grandes cantidades de gases volcánicos, como dióxido de azufre (SO₂), dióxido de carbono (CO₂) y vapor de agua. Además de la cámara magmática principal, existen fisuras y espacios secundarios donde se acumula magma o gases.
Lee más: ¿Qué tan peligroso es el volcán Popocatépetl, según la IA?
Al preguntarle a la Inteligencia Artificial de META IA nos mencionó que aunque existen teorías y leyendas que sugieren la existencia de portales para OVNIS en el interior del Popocatépetl, los estudios científicos no han encontrado evidencia de tales fenómenos.
La idea de un “portal” sigue siendo una especulación sin respaldo empírico.
Lee más: VIDEO ¿Qué está pasando? Extrañas luces rondan por el volcán Popocatépetl
El misterio sobre el interior del volcán Popocatépetl está comenzando a despejarse gracias a la tecnología avanzada y al esfuerzo de científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Una red de instrumentos sísmicos, comparable a una “radiografía médica,” ha permitido observar su estructura interna con una resolución inédita, alcanzando profundidades de hasta 10 kilómetros.
El Popocatépetl, con un diámetro aproximado de 25 kilómetros y un cráter de 600 x 400 metros, contiene en su interior una acumulación de lava viscosa y una red de conductos y espacios irregulares.
Aunque previamente se habían obtenido imágenes aéreas y datos indirectos, la estructura interna seguía siendo un enigma hasta ahora.
Dirigido por Marco Calo, del Departamento de Vulcanología del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM, junto con las doctoras Leonarda I. Esquivel Mendiola y Karina Bernal Manzanilla, el estudio utilizó métodos innovadores para capturar una imagen tridimensional del volcán: