Una problemática que los poblanos han padecido en las últimas semanas es el cierre de calles del Centro Histórico, bloqueos que han afectado a burócratas, restauranteros, locatarios, visitantes, peatones y hasta una novia.
Al menos eso fue lo que le ocurrió a Iván Pimentel, un wedding planner que tuvo que correr para auxiliar a la novia para que ella pudiera llegar a su boda.
Para quienes recientemente han acudido al primer cuadro de la ciudad capital pudieron constatar que la presencia de policías municipales es constante en las calles y hay algunas células en las esquinas.
El objetivo de la autoridad municipal es evitar la presencia de vendedores ambulantes, quienes insisten en apostarse en las calles peatonales como 16 de Septiembre y 5 de Mayo, así como en la 4, 6, 8, 10 Poniente-Oriente.
Es justo en la esquina de la calle 4 Poniente y 5 de Mayo donde se localiza en templo de Santo Domingo y que en su interior resguarda la Capilla del Rosario, considerada como una de las octavas maravillas del mundo, porque su bóveda y muros están forrados en oro.
Esta capilla es de las más solicitadas por los novios para llevar a cabo su boda, ya que a pesar de tener una capacidad reducida de apenas 60 personas, es el marco perfecto para un evento inolvidable como lo es la unión de dos enamorados.
En la historia de TikTok de Iván Pimentel se cuenta de las peripecias que tuvo que brincar para cumplir con su cometido de lograr que la novia llegara a tiempo a la iglesia para celebrar su boda.
En el clip, el organizador de eventos está parado afuera del templo de Santo Domingo y narra que justo en ese momento, cuando ve que se acerca la hora de la celebración eucarística y la novia aún no está en la iglesia, tuvo que correr para avisar a los policías que dejaran pasar a la enamorada.
Sin importar que estaba vestido con su traje formal y sin perder el estilo, corrió sobre la 4 Poniente en dirección a las 5 Norte. Fueron dos calles las que tuvo que avanzar para auxiliar a la bella joven.
Ella iba abordo de un auto clásico de los años 50 del siglo pasado, en color crema, un modelo como los viejos autos “almendrones” que se pueden ver en Cuba.
La osadía del organizador de bodas valió la pena, pues según en su video, después de hablar con los policías logró que el auto pudiera pasar y la novia llegara a tiempo a la boda.
Ella es de Saltillo y el novio de Puebla, por lo que para ella fue una gran sorpresa encontrarse con esta contrariedad de calles cerradas en el centro de la Angelópolis, donde incluso los peatones iban sobre el arroyo vehicular y el conductor les tuvo que hacer señas con la mano izquierda, mientras tomaba el volante con la derecha, para que le abrieran el paso.
Al final, la novia descendió del auto. Portaba un hermoso vestido de encaje y pedrería que adquirió en Saltillo, Coahuila, el cual acompañó con ramo de flores amarillas, mientras su organizador cuidó todo detalle para que ella ingresara a la iglesia y se celebrara la boda.
Se alcanza a ver que la capilla del Rosario lució vacía, pero en los comentarios Iván Pimentel explicó que eso se debió a que unos cuantos invitados llegaron, pero otros no, debido al cierre de calles en Puebla.
La travesía, al parecer, ocurrió el pasado sábado 31 de agosto, y a decir del organizador de eventos, ya se prepara para el siguiente reto, pues tiene programada una boda en la Catedral de Puebla para el sábado 14 de septiembre, y como él escribió, “otro maratón que correr”.