Tehuacán se encuentra a 132 kilómetros, aproximadamente a una hora y 50 minutos, de la capital poblana.
Esta región se encuentra rodeada de un extenso valle rico en historia, cultura y tradición.
Su nombre significa ”lugar de los dioses” y es considerado uno de los municipios más importantes de Puebla, no solo por su desarrollo económico, sino por la riqueza natural y prehispánica que resguarda.
Hallazgos arqueológicos demuestran que la región fue habitada por comunidades aldeanas 8500 años antes de J.C
De acuerdo con los registros históricos, Tehuacán fue parte del Camino Real que comunicaba el Puerto de Veracruz con la Gran Tenochtitlan, convirtiéndose en un punto estratégico para la planeación militar por parte de los aztecas.
Después de la derrota de los aztecas con los españoles, éstos se quedaron al frente en Tehuacán en 1521.
Sin embargo, años más tarde, el 16 de marzo de 1660, los indígenas compraron a la corona real el título de “Ciudad de Indios”, convirtiéndose en uno de los pocos sitios de la Nueva España en alcanzar el autogobierno.
En el siglo XVII, cuando Puebla tenía dos salidas al mar, la mayor parte del territorio de Tehuacán, le pertenecía al estado de Veracruz, tal y como lo podemos observar en el mapa de 1845 de la Mapoteca de PZZ.
Debido a esto, los legisladores veracruzanos buscaban que su estado tuviera una continuidad territorial, sin tener a Puebla en medio. Sería entonces en 1858 cuando se dio a conocer que Puebla se quedaría con el municipio de Tehuacán.
El crecimiento y auge de Tehuacán
Las tierras fértiles de Tehuacán ayudaron a que se produjera la granada roja y debido a eso la ciudad es conocida como “Tehuacán de las granadas”.
El 31 de Agosto de 1884 por medio de un decreto expedido por la H. Legislatura del Estado y en memoria del General Juan Crisóstomo Bonilla Pérez, valioso poblano a quien se debe la creación de las Escuelas Normales para Profesores, la ciudad fue nombrada “Tehuacán de Juan Crisóstomo Bonilla”.
La vida económica de Tehuacán ha sido activa desde hace muchos años, y esto ha sido gracias a la existencia de sus manantiales, y a que sus habitantes se dedican principalmente a la agricultura, el comercio y la industria.
Ejemplo de ello fue la empresa “Manantiales de Tehuacán, S.A.” fundada en 1928, por José María Garci Crespo de la Vega y Carlos Silva.
Empresa que años más tarde sería conocida como “Manantiales Peñafiel, S.A.”, nombre que se le dio por la roca o peña que obstaculiza las corrientes subterráneas, y da lugar a los manantiales.
Asimismo, Tehuacán tiene una gran relevancia en la gastronomía e historia para nuestro país, por el hecho de que se le reconoce como la "cuna del maíz", pues se encontraron vestigios milenarios que designan al pueblo de Popoloca como de los primeros en cultivar este cereal.
Además de su importancia histórica y agrícola, Tehuacán alberga atractivos turísticos como manantiales, minerales, fósiles y una rica flora y fauna.
Por último, su impresionante riqueza natural llevó a que el Valle Tehuacán-Cuicatlán fuera declarado como “Bien Mixto Patrimonio Mundial” por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
