El arte en popotillo es una de las artesanías más detalladas y pacientes de Puebla. Esta técnica prehispánica, empleada por los mexicas para decorar templos, ha perdurado a lo largo de los siglos, convirtiéndose en verdaderas obras de arte.
Andrea Juárez, una artesana originaria de la ciudad de Puebla, nos comparte que esta antigua técnica nació en el municipio de Santa María Tonantzintla. La elaboración de estas piezas requiere un gran esfuerzo y dedicación.
Todo comienza con la recolección de zacate cambray, una variedad de pasto silvestre que crece en las faldas del Popocatépetl. Después de limpiarlo bien, los artesanos, lo tiñen el popotillo con colorantes de origen natural para dejarlos secar al sol.
Después de que las fibras se secan, se inicia la creación de la artesanía. Sobre un papel se aplica una fina capa de cera de Campeche, que es una mezcla de resina de árbol o cera de abeja.
Luego, los popotillos se cortan y se colocan con la uña o la yema del dedo, formando poco a poco las imágenes deseadas. Los motivos más comunes incluyen paisajes mexicanos, figuras religiosas, obras arquitectónicas y todo aquello que la imaginación desee.
Andrea Juárez señala que aprendió esta técnica en Tonantzintla bajo la guía del maestro y artesano José Guadalupe Torres Rojas, originario de ese municipio. Andrea empezó a practicar esta artesanía durante la pandemia y actualmente crea piezas que representan las zonas más emblemáticas de Puebla.
Las personas interesadas en adquirir una de las piezas de popotillo realizadas por Andrea Juárez pueden contactarla a través de WhatsApp al número 22-25-64-99-00 o visitarla en la tercera edición del Festín Poblano 2024, que se llevará a cabo el sábado 13 y el domingo 14 de julio, en un horario de 09:00 a 20:00 horas en el jardín de El Carmen.