En los últimos cuatro años, la calidad del aire en la zona metropolitana de Puebla ha experimentado un notable deterioro. De acuerdo con los datos del Sistema de Información de la Secretaría de Planeación y Finanzas, la cantidad de días con elevados niveles de partículas contaminantes en la atmósfera ha aumentado significativamente, pasando de 70 a 127 jornadas al año. Este incremento refleja un empeoramiento en las condiciones ambientales de la región, lo que podría tener serias repercusiones para la salud pública y el bienestar de los habitantes. Si quieres saber más, no te pierdas esta nota de El Universal Puebla.
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En 2023, la calidad del aire en Puebla sufrió un deterioro significativo debido a la constante actividad del volcán Popocatépetl, que provocó la liberación continua de ceniza volcánica. Este fenómeno afectó gravemente el ambiente, ya que la ceniza, al ser respirada, puede ingresar a los pulmones y al torrente sanguíneo, lo que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias y cardiovasculares. La exposición prolongada a estas partículas finas, que son fácilmente inhalables, puede agravar condiciones preexistentes como el asma, la bronquitis o problemas cardíacos.
¿Qué zonas de Puebla se ven afectadas por la mala calidad del aire?
La contaminación proveniente de diversas fuentes, como los vehículos, los comercios, los incendios forestales y la actividad volcánica, fue la principal causa de que, durante 61 días, la atmósfera de municipios metropolitanos como Puebla, San Andrés Cholula, Atlixco y Tehuacán se viera gravemente afectada. Estas fuentes de contaminación contribuyeron al incremento de partículas nocivas en el aire, deteriorando la calidad del ambiente y afectando la salud de los habitantes. Los vehículos y comercios emiten gases contaminantes y partículas finas, mientras que los incendios forestales liberan humo y ceniza, y la actividad del Popocatépetl agrava aún más la situación.
En 2023, la calidad del aire en Puebla empeoró considerablemente, afectando a los habitantes durante 170 días, lo que representó un aumento del 108 por ciento en comparación con 2022, año en el que se registraron solo 61 días con altos niveles de partículas contaminantes. Este drástico incremento refleja una intensificación de la contaminación atmosférica, que tuvo un impacto negativo en la salud pública y en la calidad de vida de los poblanos. La exposición prolongada a estos contaminantes puede ocasionar diversos problemas de salud, como enfermedades respiratorias y cardiovasculares, afectando especialmente a los grupos vulnerables, como niños, adultos mayores y personas con condiciones preexistentes.
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En 2022, la mayoría de los 70 días con mala calidad del aire ocurrieron entre marzo y abril, durante la temporada en que el clima en la región es generalmente cálido y seco. Este periodo favorece la acumulación de contaminantes en la atmósfera debido a la falta de lluvias y la mayor estabilidad del aire. Sin embargo, fue durante la temporada de lluvias cuando se registró una mejora en la calidad del aire, ya que las precipitaciones ayudaron a limpiar el ambiente, reduciendo la concentración de partículas contaminantes. Este patrón muestra cómo las condiciones climáticas influyen directamente en la calidad del aire en Puebla y en la exposición de la población a sus efectos negativos.
