Desde el 2021, en redes sociales han surgido varias denuncias, por parte de trabajadoras de bares y restaurantes, que afirman ser obligadas a usar uniformes diminutos y sexistas como minifaldas, escotes o shorts.
Tras esta polémica que se viralizó en redes sociales, algunas empresas tuvieron que ajustar sus políticas en el uniforme; sin embargo, el cambio no fue suficiente, ya que varias mujeres han expresado su inconformidad ante esta situación, pues han sufrido acoso tanto de clientes como de compañeros de trabajo.
Esta situación parece que está por cambiar porque a través de una iniciativa que propuso el partido Movimiento Ciudadano en el Senado de la República, se busca tipificar la imposición de uniformes de trabajo que cosifiquen a las empleadas y reformar el artículo 11 de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Varios grupos feministas consideran los uniformes diminutos como un símbolo de cosificación sexual de las mujeres, y obligarlas a utilizarlos las expone al acoso y el hostigamiento de los clientes.
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el 2021, el 27 por ciento de las mujeres mayores de 18 años en el país dijeron haber enfrentado alguna situación de acoso o violencia sexual en lugares públicos.
Para tratar de disminuir estas cifras que muestran la violenta situación a la que se enfrentan diariamente las mujeres del país, se espera que esta iniciativa logre la prohibición de trabajar con shorts, minifaldas y escotes en restaurantes y bares, sea aprobada.
Hasta el momento, el documento legislativo deberá ser analizado en comisiones unidas de Igualdad de Género y de Estudios Legislativos Segunda del Senado.