Los dichos y refranes mexicanos son parte del folclor de nuestra cultura, son expresiones populares que van transmitiéndose de generación en generación debido a su brevedad y porque conllevan una enseñanza o a una lección.
En los refranes se utilizan recursos literarios como la rima, la metáfora o la ironía, esto es con el fin de que sean más fáciles de recordar para todo tipo de público.
Siempre es bueno saber este tipo de expresiones para recurrir a ellas en cualquier momento u ocasión, por eso aquí te presentamos algunos de los dichos y refranes poblanos más populares, algunos son del dominio público y otros casi desconocidos.
A parte de ser uno de los platos más exquisitos de la cocina mexicana, el chile en nogada tiene su propio refrán, "San Juan cuaja, Santiago raja", hace referencia a que la producción del fruto de la nuez de castilla suele iniciar el 24 de junio, en el día de San Juan, pero todavía no se puede comer y el 25 de julio se raja la cáscara verde que cubre el fruto, indicando el inicio de la cosecha.
Es un dicho que data de la construcción de la catedral, de acuerdo a la leyenda se dice que la campana principal (María) desapareció mientras el guardián de la catedral dormía, al día siguiente esta campana ya se encontraba colocada en una de las torres. Al despertar el guardián menciona que entre sueños vio ángeles que descendieron y la colocaron en esta torre.
De acuerdo con Hugo Leicht en su libro Las calles de Puebla, los españoles que sentaron sus domicilios en la ciudad de Puebla en 1531, acostumbraban en sus comidas un alimento “fuerte”, este era la carne de animales domésticos.
En el Siglo XVII se empezó a criar a los cerdos en los patios de las propias casas, siendo su matanza ahí mismo, por lo que a estas casas se les llamaba “de trato de tocinería”, y a sus patios chiqueros.
La matanza en las tocinerías era casi a diario, ya que el cerdo era el alimento más común en Puebla. De ahí el conocido refrán, cuatro guisos come el poblano: puerco, lechón, cerdo y marrano.
Del mismo siglo, esta expresión da cuenta de la importancia de la fabricación de la manteca para la elaboración del jabón.
Es indiscutible que a través de la gastronomía se puede conocer mucho acerca de la historia, cultura y tradiciones de un lugar. El mole poblano es un platillo muy representativo de nuestro estado. Sin duda es un platillo prehispánico conocido a nivel nacional y con una fuerte representación histórica que cualquier visitante debe probar.
En 1944 el uniforme del equipo de futbol del Puebla, le puso una franja azul en el pecho a su playera blanca, por lo que la gente relacionó esa línea con la idea de compartir, prestar o donar.
Como muchas de las expresiones que hay en nuestro país, “ponerse la del Puebla” está relacionada con la palabra, mocharse y para realizar esta solicitud, los mexicanos suelen extender su palma de forma diagonal sobre la parte superior del pecho y después dirigirla hacia la inferior.
Y pues no somos perfectos, pero somos de Puebla que casi es lo mismo.
El orgullo de ser poblano es muy complejo, no sólo por nuestra forma de ser sino porque nos sentimos orgullosos de nuestra cultura y costumbres.