El síndrome del intestino irritable (SII), también conocido como colon irritable, es un trastorno gastrointestinal crónico que afecta el funcionamiento del intestino grueso (colon). Se caracteriza por la presencia de síntomas como dolor abdominal, distensión abdominal, cambios en los hábitos intestinales (diarrea, estreñimiento o ambos) y malestar general en el área abdominal. Si quieres saber más sobre este malestar no te pierdas esta nota de .

Es importante recordar que los desencadenantes de los síntomas pueden variar de una persona a otra, por lo que puede ser útil llevar un diario de alimentos para identificar qué alimentos específicos pueden estar causando problemas. 

Foto: Producción El Universal Puebla
Es importante recordar que los desencadenantes de los síntomas pueden variar de una persona a otra, por lo que puede ser útil llevar un diario de alimentos para identificar qué alimentos específicos pueden estar causando problemas. Foto: Producción El Universal Puebla

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¿Cuáles son las causas del colon irritable?

Las causas exactas del síndrome del intestino irritable no están completamente entendidas, pero se cree que pueden estar relacionadas con factores como la sensibilidad del intestino, problemas con la motilidad intestinal, alteraciones en la comunicación entre el cerebro y el intestino, y factores psicológicos y emocionales.

¿Cuáles son los síntomas?

El síndrome del intestino irritable es una afección crónica y recurrente, lo que significa que los síntomas pueden aparecer y desaparecer a lo largo del tiempo. Aunque no causa daño permanente en el intestino ni aumenta el riesgo de otras enfermedades graves, puede afectar significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen. El tratamiento generalmente se enfoca en controlar los síntomas y puede incluir cambios en la dieta, manejo del estrés, medicamentos y terapias alternativas. Siempre es importante consultar con un médico para obtener un diagnóstico y un plan de tratamiento adecuados.

El síndrome del intestino irritable es una afección crónica y recurrente, lo que significa que los síntomas pueden aparecer y desaparecer a lo largo del tiempo. 

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El síndrome del intestino irritable es una afección crónica y recurrente, lo que significa que los síntomas pueden aparecer y desaparecer a lo largo del tiempo. Foto: Producción El Universal Puebla

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¿Qué alimentos debo evitar si tengo colon irritable?

Las personas con síndrome del intestino irritable (SII) a menudo encuentran útil identificar y evitar ciertos alimentos que pueden desencadenar sus síntomas. Aunque los desencadenantes específicos pueden variar de una persona a otra, algunos alimentos comunes que se recomienda evitar si tienes colon irritable incluyen:

  1. Alimentos ricos en grasas: Alimentos fritos, grasas saturadas y comidas muy grasosas pueden desencadenar síntomas en algunas personas con SII.
  2. Lácteos: Muchas personas con SII son intolerantes a la lactosa, el azúcar natural de la leche, lo que puede causar problemas digestivos como gas, hinchazón y diarrea. Por lo tanto, evitar o reducir el consumo de lácteos puede ser beneficioso.
  3. Alimentos ricos en fibra insoluble: Algunas personas con SII pueden ser sensibles a los alimentos que contienen fibra insoluble, como la cáscara de las frutas y verduras y los granos integrales. Estos alimentos pueden aumentar la frecuencia de los movimientos intestinales y provocar malestar abdominal en algunas personas.
  4. Alimentos picantes y condimentados: Las especias fuertes y los alimentos picantes pueden irritar el revestimiento del intestino y empeorar los síntomas del SII en algunas personas.
  5. Alimentos que producen gas: Algunos alimentos, como las legumbres, el brócoli, la coliflor, la cebolla y el ajo, pueden producir gases intestinales y causar hinchazón y malestar en personas con SII.
  6. Bebidas con cafeína y alcohol: El café, el té negro, las bebidas gaseosas y el alcohol pueden irritar el intestino y aumentar los síntomas del SII en algunas personas.

Es importante recordar que los desencadenantes de los síntomas pueden variar de una persona a otra, por lo que puede ser útil llevar un diario de alimentos para identificar qué alimentos específicos pueden estar causando problemas. Además, es recomendable hablar con un médico o un dietista registrado antes de hacer cambios importantes en la dieta para asegurarse de que estén adecuadamente equilibrados y nutritivos.

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