Desde cambios de cerraduras, puertas y ventanas hasta la colocación de bardas y rejas o, ya de plano, la adquisición de un perro guardia, estas son las principales medidas que ha tomado la población ante la inseguridad.

85% de las llamadas provienen de los penales de Altamira, en Tamaulipas, y Santa Martha Acatitla, en la CDMX. Las exigencias económicas de las organizaciones criminales que cometen secuestro virtual por lo regular van desde los 200 mil pesos hasta los 2 millones de pesos.