Conocido como el "Jardín de la Sierra Poblana", este encantador Pueblo Mágico destaca por sus verdes paisajes enigmáticas cuevas y cascadas. Si aún no lo conoces, qué esperas… no sabes lo que te pierdes.

Tlatlauquitepec proviene de los vocablos nahuas y significa “cerro que colorea o arde”. Este nombre refleja la vibrante belleza natural del lugar. La altitud de Tlatlauquitepec varía entre los 1,930 y los 3,000 metros sobre el nivel del mar, y en su territorio convergen tres zonas morfológicas: el declive del golfo, la sierra norte, y la sierra poblana. Esto se traduce en una variedad de climas que van desde semifrío subhúmedo, el templado subhúmedo y el templado húmedo

El 28 de noviembre de 2012, Tlatlauquitepec fue declarado Pueblo Mágico, convirtiéndose en el sexto del estado de Puebla en recibir esta distinción. Esta designación reconoce la belleza natural, la riqueza cultural y la historia del municipio, destacándolo como un destino turístico imperdible.

La cascada enigmática de Tlatlauquitepec

Para los amantes de la naturaleza y los retos, la Cascada de Puxtla es un destino imperdible. También conocida como "La del Siete" por su ubicación en el kilómetro siete de la carretera Tlatlauquitepec-Mazatepec, esta impresionante caída de agua de aproximadamente 70 metros cuenta con dos caídas adicionales de unos 40 metros cada una, ideales para la práctica de rappel.

Los guías locales pueden llevarte a otras cascadas cercanas, ofreciendo aún más oportunidades para explorar y disfrutar de la belleza natural de la región.

Las cuevas enigmáticas de Tlatlauquitepec

Cueva de Olinteutli

Una de las atracciones menos conocidas, pero igualmente fascinantes de Tlatlauquitepec es la Cueva de Olinteutli, cuya entrada se localiza en la ladera del Cerro Cabezón. La palabra Olinteutli, que en náhuatl significa "Piedra en movimiento", fue también el nombre del último cacique del señorío tributario de Tlatlauquitepec, quien recibió a Hernán Cortés en su paso por el lugar.

La cueva es famosa no solo por su belleza natural, sino también por los hallazgos arqueológicos encontrados en su interior. Según la página del Ayuntamiento de Tlatlauquitepec, aquí se descubrieron esqueletos, un cajete trípode, ídolos, un centenar de navajas de obsidiana, dos cuentas de jade y burdos tepalcates, que se creen son del periodo tolteca.

Cueva de los Murciélagos

En la comunidad de Tzinacantepec, a unos 8 minutos del zócalo de Tlatlauquitepec, se encuentra la Cueva de los Murciélagos, uno de los atractivos más misteriosos y menos conocidos de este Pueblo Mágico.

Para llegar a ella, debes recorrer un camino de menos de 30 minutos. La entrada común es lateral y de fácil acceso, rodeada por flora y fauna local como ardillas, aves, zorros, árboles y helechos.



La cueva tiene una forma circular al piso que se va cerrando conforme asciende, adquiriendo la forma de un cono. En su interior, una columna de piedra en la parte media parece fungir como un pilar natural.

La otra entrada de la cueva es en forma de bóveda y tiene 20 metros de alto y 6 de ancho, accesible por un descenso a rappel desde la parte superior. Dentro de la cueva, los chillidos y movimientos de los murciélagos (de ahí su nombre) y un olor penetrante a guano añaden un toque de misterio a la exploración.

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