El volcán Popocatépetl, también conocido como "El Popo" o "Don Goyo", es un protagonista de muchas postales hermosas del estado de Puebla, donde se encuentra; pero también es motivo de alerta constante debido a su actividad.
Los habitantes de Puebla y entidades vecinas, como el Estado de México y la CDMX, han aprendido al estar al pendiente del semáforo de alerta volcánica.
Este volcán activo se ubica a unos 70 kilómetros al suroeste de la Ciudad de México. Es el segundo volcán más alto de México, con una altitud de 5,426 metros y es uno de los volcanes más activos del país.
La historia del volcán Popocatépetl se remonta a miles de años atrás, y se cree que ha estado activo por al menos 20 mil 000 años. Los primeros habitantes de la región, los pueblos indígenas nahuas y tlaxcaltecas, tenían una gran relación con el volcán y lo veneraban como un dios. Le atribuían poderes sobrenaturales y realizaban rituales y ofrendas para apaciguarlo.
En la época prehispánica, el volcán tuvo varios episodios de actividad eruptiva, algunos de ellos conocidos como la erupción de 1519, la cual es considerada como una de las más grandes en la historia reciente del volcán.
Desde la época colonial española, el volcán ha sido objeto de estudios y seguimiento, y se ha registrado un gran número de erupciones, algunas de ellas de las cuales han causado daños significativos a las comunidades cercanas.
En el siglo XX, el volcán ha tenido varios periodos de mucha actividad, incluyendo un periodo de actividad eruptiva de 1994 a 2000, en el que el Popo expulsó ceniza y rocas, y emitió flujos de lodo y nubes piroclásticas.
Durante este periodo, las autoridades mexicanas tuvieron que evacuar a miles de personas de las comunidades cercanas al volcán debido al riesgo de una gran erupción.
Desde entonces, "Don Goyo" ha continuado con una actividad intermitente, con periodos de actividad eruptiva y periodos de tranquilidad. En los últimos años, el volcán ha experimentado un aumento en la actividad sísmica y en la emisión de ceniza y gas, lo que ha llevado a las autoridades mexicanas a establecer zonas de exclusión y a implementar medidas de seguridad para proteger a las comunidades cercanas.
El Popocatépetl ha experimentado varias erupciones a lo largo de su historia, algunas de las cuales han sido más intensas y destructivas que otras.
Entre las erupciones más fuertes en la historia del volcán Popocatépetl se encuentran: