Entre el 16 de febrero y el 22 de marzo el Pueblo Mágico de Huejotzingo celebra la temporada de Altares Monumentales de Cuaresma, una tradición de tal relevancia que ha modificado la arquitectura de la región y los habitantes hacen fila hasta por 25 años para recibir estos altares.
No existe una fecha exacta para el inicio de esta tradición pero las primeras representaciones datan del siglo 16, tras la llegada de evangelizadores franciscanos al municipio de Huejotzingo.
Durante el periodo de cuaresma, algunas familias son elegidas para recibir en sus casas cuadros con representaciones de pasajes bíblicos, así como de santos como el Señor de las Tres Caídas.
Para tener el honor de recibir las imágenes, los interesados deben anotarse en una lista con hasta 25 años de espera y la familia con la responsabilidad en turno debe hacer toda una serie de preparativos, desde acondicionar el área del altar, así como proveer alimento y a los comités religiosos.
Por montar solo la estructura de un Altar Monumental, que supera los 2 metros de alto, un artesano puede cobrar entre 50 a 70 mil pesos, sin contar con la decoración como son los tapetes de aserrín o las decenas de flores que adornan el espacio.
La tradición está tan arraigada que ha influido en la arquitectura de la población, pues para recibir los altares se necesita un espacio bastante amplio, así que las casas se construyen con puertas grandes que permitan el paso de las pinturas.
La asistencia a cada una de las casas sede es gratuita y en las afueras se suelen ofertar alimentos típicos de la región y que solo se producen durante este periodo como los muéganos.
Estos muéganos son distintos a los que conocemos en la capital poblana, pues esta versión consta de 15 a 20 pastelillos con diversas texturas y sabores.
