Si alguna vez has soñado con viajar a Suiza para disfrutar de sus majestuosos paisajes montañosos, tal vez no necesites cruzar el Atlántico. En el estado de Puebla, existe un lugar que, con su impresionante belleza natural y encanto pintoresco, te hará sentir en las tierras europeas: Tlachichuca, un paraíso escondido a los pies del imponente volcán Citlaltépetl (Pico de Orizaba).
Ubicado a los pies del volcán más alto de México, Tlachichuca ofrece un paisaje único que en invierno se asemeja a una postal suiza. La nieve cubre la cima del Citlaltépetl, creando vistas espectaculares que son perfectas para los amantes de la naturaleza y la aventura.
Este pequeño municipio se ha ganado la fama de ser el punto de partida para quienes se atreven a conquistar los 5,610 metros del Pico de Orizaba, pero también es mucho más que una parada para excursionistas.
Tlachichuca, cuyo nombre en náhuatl significa “Lugar de artesanos,”, tiene una rica historia y tradiciones que se remontan a tiempos prehispánicos, con raíces en las comunidades totonacas y nahuas.
Tras la conquista, la región se transformó en un pueblo colonial. Durante varios años este poblado perteneció al distrito de Chalchicomula, hasta que en 1895 por decreto se convirtió en un municipio libre.
Su legado sigue vivo hoy en día, y actualmente podrás encontrar hermosas artesanías que los lugareños ofrecen como recuerdos de este pintoresco lugar.
El principal atractivo de Tlachichuca es, sin duda, el Pico de Orizaba, el volcán más alto de México. Ya sea que te apasione el alpinismo o simplemente quieras disfrutar de las vistas impresionantes, este es el lugar perfecto. Durante los meses invernales (diciembre a febrero), los paisajes nevados atraen a escaladores y turistas, mientras que en verano, los visitantes pueden explorar arroyos y campamentos en sus alrededores.
Un sitio emblemático es La Ermita, un cerro con una tradición muy antigua que alberga un altar en honor a la Virgen de Guadalupe en su cima. Además de su relevancia religiosa, este lugar ofrece una vista espectacular del valle de Tlachichuca, convirtiéndolo en un mirador natural que no te puedes perder.
En el corazón del municipio se encuentra esta iglesia colonial, construida en 1651. Cada 8 de diciembre, el pueblo se viste de fiesta para celebrar a su patrona, con un ambiente lleno de devoción, música y deliciosa comida tradicional.
Tlachichuca también cuenta con varias haciendas que fueron cruciales en su desarrollo. Una de las más destacadas es la Hacienda de José Couttolenc, inaugurada en 1900, un ejemplo del esplendor de la época.
Entre las festividades más importantes de Tlachichuca destacan el 29 de septiembre, cuando se celebra a San Miguel Arcángel, y el 8 de diciembre en honor a la Inmaculada Concepción. Durante estas fiestas podrás disfrutar de platillos tradicionales como el chileatole, los tamales, la barbacoa blanca y los mixiotes, que son una delicia obligada para los visitantes.
Tlachichuca se encuentra a unos 104 kilómetros de la ciudad de Puebla. La ruta más rápida es tomando la carretera libre a Jalapa, pasando por los municipios de Acatzingo y San Salvador El Seco. Desde el crucero de Tlachichuca, puedes dirigirte directamente al Pico de Orizaba.
Así que si buscas una experiencia que combine la aventura de la montaña con la tranquilidad de un pueblo pintoresco, Tlachichuca es tu destino.