Este 5 de febrero se cumplen 105 años del aniversario de la Constitución Mexicana, documento que sigue vigente y fuera reformado por Venustiano Carranza en 1917.

En febrero de  1913, Francisco I. Madero fue traicionado mediante un golpe de Estado orquestado por el general Victoriano Huerta y asesinado junto al vicepresidente José María Pino Suárez en lo que se conoce como la ‘Decena trágica’.

Tras la llegada al poder de Huerta, Venustiano Carranza desconoció la presidencia del llamado usurpador y lo derrocó con el Ejército Constitucionalista, un movimiento armado de la Revolución.

Una vez convertido en titular del Poder Ejecutivo, el 14 de septiembre de 1916, Carranza anunció la necesidad de convocar a un congreso constituyente para reformar la Constitución de 1857, la cual había sido modificada en múltiples ocasiones por el gobierno de Díaz para adaptarla a su proyecto de nación, entre estas modificaciones se encuentra la reelección y la ampliación del periodo presidencial.

Así fue acuñada la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, en la que se recogieron demandas de los grupos que se levantaron en armas durante la Revolución.

Además de incluir los “derechos del hombre”, se abordaron los “derechos sociales”, se decreta la no reelección, se ratifica la soberanía y la organización federal, se instauran la libertad de culto y de expresión y la enseñanza laica y gratuita.

El gobierno de Venustiano Carranza

La fase gubernativa carrancista se dividió en dos periodos: el preconstitucional y el constitucional, siendo la Constitución de 1917 el “parteaguas” de su gobierno. El primer periodo se caracterizó porque permanecían en armas los villistas y los zapatistas.

Para llevar a cabo la transición del proceso revolucionario a la creación de un Estado posterior a la Revolución, los grupos vencedores debían definir su proyecto de país, lo que hicieron precisamente, mediante la Constitución de 1917.

La nueva Constitución se promulgó el día 5 de febrero de 1917 y, en consecuencia, el día 6 del mismo mes se convocó a elecciones para diputados y senadores a la XXVII Legislatura del Congreso de la Unión y para Presidente de la República.

Postulado por el Partido Liberal Constitucionalista, Carranza ganó las elecciones y el 1 de mayo de 1917 tomó posesión como presidente constitucional.

Durante su gobierno, Carranza se dio a la tarea de pacificar el país, reorganizar la administración y los poderes, y hacer valer la constitución que había sido promulgada.

Asesinato de Carranza en Puebla

Para 1920, Carranza buscó imponer como presidente de la República a un civil, el Ing. Ignacio Bonillas, pues ya para entonces era contrario a la ideología política mostrada por Álvaro Obregón y se encontraba desilusionado por la actitud de Pablo González Garza.

Dicha actitud causó una revuelta encabezada por Álvaro Obregón, quien desconoció a Bonillas y se sublevó en su contra al amparo del Plan de Agua Prieta y de Plutarco Elías Calles y Adolfo de la Huerta, por un lado, y González, por el otro.

Cuando ambos bandos obtuvieron el apoyo de la mayor parte del ejército, Carranza decidió trasladar la sede del gobierno nacional al puerto de Veracruz; de esa forma salió con todo su gabinete y sus familias, su mobiliario no solo personal sino de algunas de las secretarías del gobierno, más pertrechos de guerra, y los fondos del Gobierno Federal: grandes cantidades de monedas de plata y oro, billetes y barras de oro y plata que había en la Tesorería.

En ese recorrido, hubo continuos ataques al ferrocarril en las estaciones poblanas de San Marcos, Rinconada —donde mataron a su caballo mientras lo montaba— y Aljibes.

El 20 de mayo de 1920 dejó la estación de Aljibes, Puebla, al conocerse que las vías habían sido dinamitadas, y se internó en la Sierra Norte del Estado de Puebla con muchos de sus seguidores, incluida una escolta de cadetes del Colegio Militar, en un intento desesperado por alcanzar el puerto de Veracruz.

Así llegaría hasta el pequeño pueblo de Tlaxcalantongo, Puebla, donde, la madrugada del 21 de mayo de 1920, las tropas del Gral. Rodolfo Herrero lo asesinarían mientras dormía en un jacal.

Xicotepec, Puebla fue la capital de la República por 3 días

Tras su asesinato, la autopsia de Venustiano Carranza se realizó en lo que ahora es el . Por esta razón, su cuerpo permaneció por 3 días en este municipio poblano y durante ese tiempo el lugar fue considerado capital de la República Mexicana.

Carranza fue enterrado en el Panteón Civil de Dolores en Ciudad de México, pero en 1942 sus restos fueron depositados en el Monumento a la Revolución, donde permanecen hasta la fecha.

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