Así como en la superficie de nuestro estado está llena de bellezas naturales, bajo la tierra, también hay sitios místicos, que muy pocos conocen.

En la Sierra de Puebla existen formaciones rocosas y cavernas que esconden en su interior aguas misteriosas e incluso curativas.

A continuación te presentamos tres grutas que maravillarán tu vista y harán que te sientas en un lugar mágico y misterioso.

Gruta Atepolihui

Como parte del sistema de cavernas de Cuetzalan, Atepolihui es de las cuevas más seguras y accesibles de Puebla, así lo asegura la página Pueblos Mágicos de México.

Esta caverna se ubica entre senderos que conectan a la comunidad de San Miguel Tzinacapan.

Para conocerla, tendrás que visitar la comunidad de Pahpahtapan y de ahí caminar aproximadamente unos 40 minutos para llegar a la caverna.

Mide 80 metros de largo y en su interior hay tres áreas en las que podrás observar un mirador con una vista panorámica de la sierra; una formación rocosa que asemeja un elefante y cientos estalactitas y estalagmitas.

Gruta de Acocomoca

En la comunidad de Carreragco, al noreste del Pueblo Mágico de Tetela de Ocampo, se encuentran las Grutas de Acocomoca.

Su nombre en náhuatl significa ‘agua que suena’ y es justamente el primer sonido que escucharás al llegar. Fueron descubiertas en 1997 por esta pequeña comunidad.

La gruta tiene un río subterráneo con aguas ricas en minerales, y está rodeada por formaciones rocosas, estalactitas y estalagmitas de un tono amarillo, que le dan al ambiente un toque mágico.



En el fondo de la gruta hay una variedad de pozas, que, según cuentan los pobladores, poseen propiedades curativas.

Gruta de Ateno

Xochitlán es un hermoso pueblito ubicado en la Sierra Norte de Puebla.

En este lugar encontrarás dos grutas que se han ido formando durante miles de años: la Gruta de Santa Elena la Gruta de Ocotzoltepétl, (la cual tiene una profundidad aproximada de 200 metros de pasadizos subterráneos) y la Gruta de Ateno que es conocida como el cenote de Xochitlán.

Esta última gruta se encuentra a 49 minutos de Xochitlán y es llamada así porque en su interior hay un cenote con aguas azul turquesa y está rodeado de estalactitas y estalagmitas.



Esta gruta lleva ese nombre, pues es el del río que la alimenta y desemboca en este maravilloso cenote.

Sin embargo, estas no son todas, pues se cree que hay cerca de 36 cavernas y cuevas, algunas de ellas, como la de Santa Elena, con varios metros de profundidad.

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