En Puebla existen zonas arqueológicas que, a pesar de su valor cultural y antigüedad, son poco conocidas y esperan ser exploradas por los amantes de la historia y la aventura.
Es por eso que aquí te dejamos tres joyas arqueológicas verdaderamente impresionantes que merecen ser descubiertas:
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la zona arqueológica de San Cristóbal Tepatlaxco estuvo poblada entre los años 300 a.C. y 600 d.C., y es considerado un lugar fortificado de influencia olmeca.
Esta zona arqueológica recibe el nombre de la población más cercana que es San Cristóbal Tepatlaxco y viene del náhuatl y significa “en el juego de pelota del palacio."
El sitio cuenta con nueve basamentos piramidales con alturas de 2.5 a 9 metros aproximadamente; sin embargo, se ubican en la orilla de las barrancas, por lo que aparentan mayor altura.
Se localiza a dos kilómetros de San Martín Texmelucan, en la parte baja de la falda suroeste del cerro Totolqueme y a menos de un kilómetro al norte del río Atoyac, poblado de San Cristóbal Tepatlaxco.
Tepexi el Viejo es una zona arqueológica fundada por el pueblo popoloca.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el nombre de esta zona arqueológica significa “pequeño monte” y fue uno de los sitios más importantes de la zona entre los años 1200 y 1500 d.C.
Este sitio se construyó en la cima de un cerro y está limitado en sus tres lados por barrancas de 140 metros de altura.
La Zona Arqueológica Tepexi el Viejo se localiza a 8 kilómetros al poniente de Tepexi de Rodríguez, a dos horas de Tehuacán y a dos horas y media de la ciudad de Puebla.
Estas ruinas prehispánicas están al noreste de la capital poblana y constituyen un legado patrimonial valioso que se ha quedado en el abandono y el olvido.
De acuerdo con la Gerencia del Centro Histórico y Patrimonio Cultural, esta zona forma parte de las laderas del volcán Matlalcuéyatl, mejor conocido como la Malinche.
Este yacimiento arqueológico se encuentra dividido en tres zonas principales: el Cerro del Marqués (periodo Preclásico), el parque de Manzanilla (periodo Clásico) y la Hacienda de San Diego Manzanilla (periodo Clásico Tardío y Posclásico).
Actualmente, se pueden distinguir de 14 a 16 pirámides y las ruinas de un juego de pelota que perteneció al periodo Clásico (200 a 900 d.C.) y Postclásico (900 a 1500 d.C.).
Este sitio arqueológico se sitúa a 5 kilómetros de la capital, sobre la carretera que va a las juntas auxiliares de La Resurrección y San Miguel Canoa.