Puebla es un destino turístico con paisajes verdaderamente impresionantes que van desde majestuosas montañas hasta frondosos bosques y cascadas. A continuación te presentamos algunos de los paisajes más hermosos que se pueden encontrar en Puebla y que muy pocos conocen.
Se encuentra a tan sólo dos horas y media de la ciudad de Puebla y muy pocos kilómetros Cuetzalan, su nombre proviene del náhuatl y significa “donde abunda el jonote”.
En este lugar se encuentra uno de los miradores naturales más hermosos de la Sierra Norte, donde podrás admirar los paisajes más increíbles.
Conocido como “el balcón de la sierra” desde 1922, el Santuario del Peñón se encuentra a 800 metros sobre el nivel del mar y cuenta con una vista de 360°.
Desde esta altura podrás apreciar gran parte de la Sierra Nororiental y el Río Tecolutla.
Otro paisaje escondido en la Sierra Norte de Puebla, es esta impresionante cascada de más de ochenta metros de altura.
La Cascada de Puxtla o “la siete” como también es llamada se localiza en el kilómetro siete de la carretera a Tlatlauquitepec-Mazatepec.
Este espacio es también conocido como el Jardín de la Sierra, pues Tlatlauquitepec la cascada se encuentra en el Cerro Cabezón.
Para llegar a la cascada tendrás que atravesar un sendero rodeado de naturaleza, que te llevará hasta el mirador donde contemplarás esta bella cascada en todo su esplendor.
Justo en el corazón de Zacatlán se encuentra este enigmático lugar rodeado de cascadas, bosques y barrancas que pueden observarse desde un hermoso mirador.
Según la Secretaría de Turismo de Puebla, este mirador tiene una altura de 400 metros y se encuentra a pocos minutos de la Cascada de San Pedro y del Cañón del Río Zempoala.
La leyenda del Balcón del Diablo
Cuenta la leyenda que, en el Siglo XVI, una mujer muy atractiva y un monje misionero se enamoraron, por lo que el hombre fue dejando a un lado su vocación y misión.
Su amor y devoción eran correspondidos y el bosque era mudo testigo de sus encuentros. Un día, una tormenta eléctrica sorprendió a los amantes y un gran rayo cayó estremeciendo el bosque entero. El cerro más grande se partió y formó un abismo. Sabiendo que era el sitio de reunión de los enamorados, el pueblo entero los buscó durante días, pero solo encontraron dos grandes rocas al fondo del barranco las cuales, si observas con atención, provocan la ilusión de querer unirse. Así surgió la leyenda del destino trágico de dos amantes que no debían haberse querido y fueron castigados de esa manera.