Puebla es un lugar lleno de historia, cultura y tradición, convirtiéndolo en uno de los destinos turísticos más importantes de nuestro país.
Aquí hay de todo, desde pequeños pueblos para pasear, hasta selvas y bosques para quienes buscan conectarse con la naturaleza y descansar.
Sin embargo, hay rincones escondidos y poco visitados que están esperando ser parte de la próxima aventura.
A continuación te dejamos tres lugares turísticos de Puebla que vale la pena descubrir.
Acalman, en Tlaxco, es un bellísimo lugar rodeado de agua, valles y carrizo donde existen impresionantes fosas de agua para nadar.
Esta pequeña comunidad cuenta con una gran belleza natural, ideal para los amantes de la tranquilidad y la naturaleza.
Uno de los principales atractivos de Acalman es su cascada, que se encuentra en un barranco rodeado de un impresionante paisaje de montañas y bosques.
La cascada mide alrededor de 20 metros de altura y cuenta con una poza de agua cristalina, ideal para nadar en días calurosos.
Acalman está a 4 horas de la capital y para llegar deberás tomar el camino rumbo a Pahuatlán, por la autopista México-Puebla.
Una vez en Pahuatlán te debes dirigir hacia Tlaxco y llegando a la cabecera, encontrarás la desviación.
Los manantiales de Chignautla son un conjunto de pozas y cascadas ubicadas en el municipio del mismo nombre, a dos horas de la capital poblana y a 20 minutos de Teziutlán.
Los manantiales de Chignautla cuentan con varias cascadas de diferentes tamaños y alturas, rodeadas de una hermosa vegetación.
Además, sus piscinas están formadas de las aguas cristalinas de los manantiales, cada una tiene distintas profundidades y son ideales para nadar y refrescarse.
El acceso a los manantiales de Chignautla es de 30 pesos y se encuentran abiertos todo el año.
Es recomendable llevar ropa y calzado cómodo, así como protector solar y repelente de insectos. También es importante respetar las normas de seguridad y cuidado del medio ambiente para preservar la belleza natural de este lugar.
Los manantiales se ubican a 10 minutos caminando desde el Palacio Municipal de Chignautla.
El Puente de San Marcos o puente Ingeniero Gilberto Borja Navarrete, es una construcción histórica ubicada entre las localidades de Nuevo Necaxa y Villa Ávila Camacho.
Desde lo alto de esta estructura puedes apreciar la belleza de la Sierra Norte en todo su esplendor.
Es conocido como el segundo puente más alto del mundo, después del puente francés Millau. Su altura máxima es de 225 metros y tiene una longitud de 840 metros.
Fue inaugurado en 2012, pero no se concluyó hasta 2013. Se dice que el concreto que se utilizó en una sola de sus columnas, la número 4, fue superior al que se usó para la construcción del Estadio Azteca, en la ciudad de México.
En la actualidad, por los cuatro carriles del Puente de San Marcos se estima que circulan más de diez mil vehículos al día.
Conocer esta obra, es algo que sin duda tienes que hacer. Puedes llegar tomando la autopista México-Puebla hasta el entronque con la carretera 119, pasando por Apizaco, Tlaxcala.
Una vez allí debes dirigirte hacia Zacatlán, Tejocotal y finalmente Xicotepec donde encontrarás la desviación hacia Nuevo Necaxa con dirección hacia Villa Ávila Camacho.