Puebla no solo destaca por su historia y gastronomía, sino también por sus impresionantes miradores de cristal que ofrecen vistas espectaculares. Aquí te presentamos algunos de los miradores de cristal más hermosos que puedes visitar cualquier fin de semana.
Mirador de Cristal de Atlixco
Ubicado en el Pueblo Mágico de Atlixco, este mirador se alza sobre el Cerro de San Miguel, ofreciendo una vista panorámica impresionante del Valle de Atlixco y del majestuoso volcán Popocatépetl.
La plataforma de cristal permite a los visitantes sentir la emoción de estar suspendidos en el aire mientras disfrutan de un paisaje natural incomparable, especialmente hermoso durante la temporada de flores.
La entrada al mirador es totalmente gratuita, sin embargo, debes tomar en cuenta que antes de acceder al mirador deberás quitarte los zapatos, ya que puedes rayar el vidrio.
Mirador de cristal de Acolhua
Para los amantes de la naturaleza, el mirador de cristal en esta reserva es un destino imperdible. Este mirador sobrepasa los 370 metros de altura, y se encuentra ubicado en el cerro de Acolhua; una cadena montañosa de aproximadamente 500 metros de altura y 80 hectáreas de perímetro; en ella se practican diferentes actividades como son montañismo, ciclismo de montaña, caminatas y observación de flora y fauna.
El mirador se inauguró el 2 de octubre de 2021 y desde entonces ha cautivado a todos aquellos que se atreven a subirse, pues ofrece las más hermosas panorámicas del municipio.
Mirador de cristal de Zacatlán
Este mirador ofrece una vista espectacular de la Sierra Norte de Puebla. Situado en el municipio de Zacatlán, conocido por su belleza natural y tradiciones culturales, el mirador de cristal permite una conexión íntima con el entorno montañoso y sus impresionantes caídas de agua.
Es un lugar perfecto para los amantes del ecoturismo y la aventura. De acuerdo con el portal Turismo Puebla, esta infraestructura fue construida en el año 2014 y mide aproximadamente 1 kilómetro.
La Barranca de los Jilgueros, recibe este nombre porque era común observar esas aves y todavía a inicios del siglo había quien las atrapaba en jaulas.
