Tlatlauquitepec, ubicado en la Sierra Norte de Puebla, a 250 kilómetros de desde Ciudad de México, celebró 10 años de haber sido declarado Pueblo Mágico.
Durante la última década, la comunidad ha desarrollado un arduo trabajo a fin de consolidar al destino al ofrecer atractivos como la temporada de luciérnagas o el Festival de la Llorona.
Pertenece a una región abundante en cascadas, cuevas y accidentes geográficos como el Cerro Cabezón, llamado así porque si lo miras desde el barrio de Jiliapan luce como el perfil de un hombre boca arriba.
En el cerro está uno de los atractivos obligados del Pueblo Mágico: un puente colgante a 100 metros de altura, además de 2 circuitos de tirolesas.
En los alrededores del Pueblo Mágico hay varias cuevas abiertas al público. La condición para visitarlas es que te acompañen guías locales, pues cada una de estas cavernas puede presentar cierto grado de dificultad y es necesario llevar equipo especial.
La Cueva del Tigre es una de las más famosas de la región; tiene entrada en forma de bóveda y en su interior conserva estalactitas, estalagmitas y formaciones de cristales.
Existe un recorrido de aventura en el Cañón de la Soledad, una sección del río Apulco donde se lleva a cabo un rappel “volado”, sin tocar las paredes de roca.
Si se prefiere la tranquilidad y la contemplación de la naturaleza, se sugiere dar un paseo en lancha por la Presa de la Soledad, un camino de cuatro kilómetros que surge también del río Apulco.
Hay otra sección del río llamada La Playita de Macuilquila, donde el agua aparenta tres tonalidades distintas. Aquí también hay paseos en lancha.
En la gastronomía local se encuentran varias delicias por probar. Para empezar están los tlayoyos: masa de maíz frita parecida a una gordita que lleva papa, frijol, alverjón, requesón o chicharrón bañados en salsa.
Se prepara mole ranchero, servido con pollo o guajolote y mucho más picoso que el mole típico de Puebla, pues no lleva ingredientes dulces. También hay carne ahumada, una forma de preparación ancestral, y truchas provenientes de la presa.
En la zona se elaboran licores de frutas y chocolate artesanal.
El municipio serrano está ubicado a dos horas de distancia de la capital del estado por la autopista Amozoc-Perote, al llegar a Libres tomar la desviación a Teziutlán y seguir los señalamientos.
