La obesidad es una enfermedad que afecta a muchas personas, pero su medición está relacionada con el índice de masa corporal, un concepto que debe ser adecuadamente comprendido.
En términos generales, el índice de masa corporal (IMC) es el peso de una persona en kilogramos dividido por el cuadrado de la estatura en metros. Se trata de una evaluación sencilla para establecer la categoría de peso, que se puede dividir en cuatro categorías: bajo peso, peso saludable, sobrepeso y obesidad.
En México, por ejemplo, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuenta con una herramienta digital de libre acceso que permite calcular el IMC y, a partir de ello, establecer en qué nivel de obesidad se encuentra una persona.
Solo hay que ingresar cuatro datos: sexo, edad, peso en kilogramos y estatura. El resultado permite que cada persona se ubique en el rango que le corresponde según su peso.
Bajo peso para un resultado igual o menor a 18.4. Normal para un resultado entre 18.5 y 24.9. Sobrepeso para un resultado entre 25 y 29.9. Y obesidad de 30 en adelante.
En paralelo, como referencia, se ofrecen siete tablas de valores de referencia, enfocadas en segmentos de población específicos. Las tablas son para niños de 0 a 11 meses de edad, niños de 1 a 4 años, niños de 5 a 9 años, adolescentes, mujeres adultas, hombres adultos y adultos mayores.
Evidentemente, es solo una referencia general, pero siempre será útil tomar en cuenta la relación que existe entre el índice de masa corporal y la obesidad. La alimentación adecuada y el tratamiento médico o terapéutico para reducir el peso son otra historia en la que se requiere la participación de especialistas en la materia.