Puebla cuenta con una gran variedad de atractivos turísticos, cada uno de ellos esconde un tesoro natural que vale la pena visitar al menos una vez en la vida, tal es el caso del municipio serrano de Aquixtla.
Aquixtla viene del náhuatl “lugar donde sale mucha agua”, este pueblo pintoresco, está rodeado de cerros y montañas, pero también alberga impresionantes caídas de agua que fueron ocultadas por sus pobladores y que ahora están abiertas para todo el público.
Sin embargo, si aún no conoces este impresionante sitio, aquí te compartimos siete razones para visitar Aquixtla, el municipio de las aguas turquesas.
Aquixtla se encuentra en la Sierra Norte de Puebla y al igual que otros municipios serranos, este pueblito está enmarcado por altas montañas, algunas llenas de árboles de coníferas, otras menos pobladas, pero igualmente bellas, habitadas por pastos salvajes como el zacate, matorrales y sabinos.
Además, en días nublados, la espesa niebla forma un impresionante fenómeno natural llamado mar de nubes que cubre todo el poblado, haciendo que el paraje se convierta en un sitio mágico donde puedas conectarte con la naturaleza y disfrutar de un entorno relajante.
El Salto de Tepexcanal es un tesoro bien escondido, a tan solo un kilómetro del centro de Aquixtla.
De acuerdo con la página de Turismo del Gobierno de México, esta cascada tiene una caída aproximada de 70 metros, sus aguas lucen tonos azul turquesa y la temperatura es cálida, perfecta para disfrutar de un chapuzón mientras contemplas la naturaleza.
Esta cascada se encuentra rodeada por altos muros de piedra que te harán conectar con la naturaleza y sentirte totalmente relajado.
Popocaya es la segunda cascada oculta de Aquixtla y tiene una caída de 10 metros, aunque es pequeña a comparación de otras, es ideal para los amantes del ecoturismo, puesto que aquí puedes realizar actividades como rapel o caminata.
También esta cascada tiene una pequeña poza de agua cristalina apta para nadar con toda tu familia.
Eso sí, recuerda que antes de visitar estas cascadas, debes de ir acompañado de un guía especializado, mismos que puedes encontrar en el área de turismo de la Presidencia Municipal de Aquixtla.
Aquixtla está a tan solo 30 minutos del Pueblo Mágico de Chignahuapan, esto es perfecto para que aproveches tu visita y puedas darte una vuelta por el pueblo del quiosco de colores, donde la navidad dura todo el año.
Esta construcción de estilo Barroco data del año 1869 y resalta por su fachada decorada 100 por ciento con Talavera.
Su fiesta patronal se lleva a cabo cada 28 de diciembre, Día de San Juan Evangelista, el patrono de la parroquia, en la cual se celebran misas y confirmaciones, además hay bailes, música, y fuegos pirotécnicos.
En Aquixtla existe un vivero de árboles navideños, llamado El Manantial, donde cientos de visitantes acuden cada año, desde el mes de noviembre, a cortar su propio arbolito que ha sido sembrado para tal fin, cuidando así el medio ambiente y disfrutando de nuestras tradiciones de una manera responsable.
Es el recinto más visitado de todo el municipio, el santuario resguarda la imagen de Nuestro Padre Jesús que es venerada por los habitantes del pueblo y por peregrinos que durante todo el año; acuden a solicitar favores o a dar gracias por haberlos recibido.
En el lugar de oración se puede observar una rica arquitectura interior, bellísimos lienzos al óleo, decorados en oro y muchos otros detalles en cantera o madera.
Para llegar deberás de tomar la carretera federal 119 hacia Chignahuapan y luego tomar el camino de terracería hasta la caída de agua.
También puedes tomar un autobús con dirección a Chignahuapan, una vez ahí, abordas un microbús hacia la presidencia municipal y luego tomas un taxi que te traslade a cualquier a los saltos de agua.