Ubicado en la majestuosa Sierra Norte de Puebla, el encantador Pueblo Mágico de Pahuatlán está enclavado entre imponentes montañas, frondosos bosques templados y pintorescas cascadas.
Esta localidad no sólo se destaca por su impresionante entorno natural, sino que también es una joya rica en historia, tradiciones, cultura y magia, consolidándose como uno de los principales destinos turísticos de Puebla.
Para sumergirte aún más en la fascinación que rodea a este Pueblo Mágico, te compartimos siete datos curiosos que seguramente desconocías acerca de Pahuatlán.
Pahuatlán es de origen náhuatl y significa “lugar de grandes aguacates o pahuas”. Este le hace honor a su nombre, ya que la producción de aguacate y café es alta gracias a sus tierras fértiles.
También es famosa su gran producción frutícola, la cual se puede encontrar en el mercadito de la región, donde se expenden las más exquisitas frutas como mangos, papayas, plátanos, zapotes, cañas de azúcar, y vainilla.
San Pablito Pahuatlán, habitado por el pueblo otomí, preserva su cosmovisión a través del papel amate.
Extraído de la corteza del árbol de jonote, este material se utiliza para plasmar deidades relacionadas con la naturaleza y la energía vital que fluye en su entorno.
La diversidad cultural se refleja en la convivencia de comunidades nahuas y otomíes en Pahuatlán. Sus tradiciones, idiomas y prácticas ancestrales enriquecen la experiencia de quienes visitan este Pueblo Mágico.
Una de estas creencias ancestrales es la de los brujos o curanderos que se encargan de curar diversos males como el “mal de ojo”, el “espanto” y el “tocado por el diablo”.
Los textiles de Pahuatlán son unas verdaderas joyas culturales. En la comunidad de San Pablito Pahuatlán, las mujeres elaboran bordados con chaquira de temas vegetales y animales que cuentan historias sobre la identidad y la riqueza cultural de Pahuatlán.
Además de estas se hacen textiles de lana en telares de cintura, con motivos bordados a mano en punto de cruz.
La música de huapango resuena en las festividades de Pahuatlán, siendo clave en eventos como las huapangueadas de Semana Santa.
Aquí, los pobladores entregan su corazón al baile y al zapateado, creando un ambiente festivo lleno de energía y tradición.
Al ser parte del señorío del Totonacapan la Danza de los Voladores continúa como tradición de este destino.
La danza del volador es una de las danzas indígenas más populares que han sobrevivido a la conquista española.
Este ritual está asociado a la fertilidad, no obstante, según los registros antropológicos, la danza existía con otras características y fue relacionada al culto religioso.
La danza de los voladores fue inscrita en 2009 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Pahutlán tiene bosques templados en los que puedes disfrutar de actividades como senderismo o nadar en las aguas frías.
Asimismo, puedes descubrir otros encantos ecoturísticos, como Las Grutas de Tamborillo en el cerro de Atla, la Poza de la Campana a lo largo del río Pahuatitla, las Pozas del Tecomate y Zacapahuaya en el río Chixtla, entre otros.