Si alguna vez has soñado con viajar en el tiempo y encontrarte inmerso en la majestuosidad de la Europa medieval, no necesitas ir muy lejos.
Enclavados en distintas localidades de Puebla, estas impresionantes obras arquitectónicas te transportarán a esa época de caballeros y fortificaciones. Incluso podrás soñar con calabozos y dragones. Aquí te decimos dónde están.
La Noria de San Roque en Tepeyahualco
El Pozo de San Roque es una imponente estructura medieval que hace contraste con el paisaje de los llanos poblanos.
Este artilugio hidráulico data a mediados del siglo XVIII y fue edificado por la orden franciscana para abastecer de agua a la Hacienda de San Roque y salvaguardar la propiedad de bandidos.
Cuenta con una escalinata de aproximadamente 117 escalones y 24 metros de altura. Para la extracción del agua en la hacienda de San Roque se empleó la tracción animal, a través de una rueda con 99 cubos útiles, según los datos históricos.
El pozo dio servicio por más de 200 años a la hacienda de San Roque, hasta que el agua se terminó, además de que se empezaron a crear diferentes pozos con sistemas más modernos para la extracción del agua.
Ex convento de Nuestra Señora de la Asunción en Tochimilco
El ex convento franciscano de Nuestra Señora Santa María de la Asunción se localiza en la parte más alta del municipio. Fue fundado por Fray Diego de Olarte y se construyó en dos etapas, la primera de 1530 a 1540, y la segunda de 1590 a 1600.
El atrio está rodeado por una muralla terminada en almenas que da la impresión de fortaleza. Cuenta con una capilla abierta, capillas, poza, portal de peregrinos, aljibe, púlpito hacia el atrio, ventana geminada, torre y espadaña.
Ex Convento de San Francisco de Asís en Tepeaca
El Ex Convento de San Francisco de Asís es uno de los monumentos más emblemáticos de Tepeaca. Esta obra arquitectónica data del siglo XVI y fue construida también por la orden franciscana.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia, (INAH) la fachada principal presenta restos de pinturas florales en color rojo y una placa alusiva a su construcción. La portada guarda cierto estilo medieval en su arco y jambas. Este convento pasó a ser fortaleza y cuartel general.
Ex convento San Juan Bautista en Cuautinchán
El ex convento franciscano de San Juan Bautista en Cuautinchán fue construido entre 1569 y 1593. Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), es una de las edificaciones novohispanas mejor conservadas de América.
Este conjunto fue diseñado por el arquitecto español Francisco Becerra, cuyo aspecto es similar a las fortalezas medievales de Europa, además de que fue edificado sobre la pirámide principal del señorío que aquí estaba establecido.
Esta estructura mide 80 metros de ancho, 143.70 metros de largo, 20 metros de alto y 27 metros de cúpula. El templo en sí, tiene dos torres, además de una gran escalera con 33 escalones.