Los viernes de Cuaresma, el Miércoles de Ceniza y Viernes Santo no se come carne. Esta práctica recibe el nombre de abstinencia y es ordenada por la Iglesia Católica a los fieles.
Al respecto el Código de Derecho Canónico, dispone lo siguiente:
"Todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne, o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal; ayuno y abstinencia se guardarán el miércoles de Ceniza y el Viernes Santo".
La abstinencia o vigilia (como se le conoce comúnmente en México) está indicada para las personas de 14 a 59 años.
Cuando inicia la Cuaresma, con el Miércoles de Ceniza, y la Semana Santa, comienza a despuntar la venta de pescados y mariscos, productos que tradicionalmente se comen en esta temporada, como una alternativa a la abstinencia que manda la Iglesia Católica.
Una duda frecuente entre los fieles católicos es si durante la Semana Santa se puede comer pollo y huevo. La respuesta es sí.
El hecho de no comer carne se deriva de que anteriormente se consideraba muy costoso y suculento el comer carne roja.
La abstinencia consiste en que los católicos no coman carne. Se trata de una práctica que significa penitencia.
La privación de la carne era una forma de abstinencia y ayuno.
Durante la Cuaresma y Semana Santa, los católicos realizan ayuno y abstinencia; también se les invita a la oración, la mortificación y la caridad.
Por mortificación se entiende realizar sacrificios, aunque sea pequeños, para Dios, como un gesto de humildad.