El pasado 3 de enero, el gobernador Miguel Barbosa Huerta anunció que, después de dos años de suspensión debido a la pandemia de Covid-19, en mayo próximo se llevará a cabo una edición más de la Feria de Puebla.
La Feria de Puebla ha sido una de las más importantes a nivel nacional, un espacio que ofrece una amplia gama de actividades para todo tipo de público, juegos mecánicos, gastronomía, artesanías, palenque y mucho más.
Desde hace una década, esta feria dejó de ofrecer atractivos que la distinguían de otras ferias, como la presentación de “Cuco El Guapo”, el primer robot pianista de Iberoamérica, con inteligencia artificial, creado por ingenieros de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
Quién de los poblanos no recuerda la estructura de circuitos y acrílico que formaban al robot, capaz de tocar el sintetizador y cautivar a todo un público en el año 1992.
Entrar a la feria y verlo sentado listo para tocar el piano, llamaba la atención y la admiración crecía cuando se ponía de pie, ya que tenía una altura de 1.90 metros y un peso de 120 kilogramos.
Seguramente en el baúl de los recuerdos tienes una fotografía con él, porque nadie perdía la oportunidad de tomarse la foto con “Cuco El Guapo” después de que hizo su primera presentación en televisión en Sevilla, España.
Entre los recuerdos también destaca la participación de los protagonistas del programa de televisión local el Club de la Buena Suerte, quienes debido a su fama eran los conductores en la Feria de Puebla.
Enrique Limón en el Club de la Buena Suerte | FOTO: redes sociales
Enrique Limón Sosa, quien falleció el 9 de septiembre de 2020, por muchos años hizo acto de presencia en la Feria de Puebla, donde cientos y cientos de seguidores lo esperaban para poder obtener una foto y un autógrafo.
El carisma que distinguió a Limón Sosa, junto con su patiño “El Arlekas”, protagonizado por el comediante Germán Ortega, fue la clave para atraer a cientos de fanáticos que todos los días los veían en un programa que estuvo inspirado en El Club del Hogar, que surgió en 1951 en los estudios de la antigua XEW.
Aunque no compraras cazuelas, cobertores, cubetas o vasos de vidrio, era común que los visitantes a la feria se aglutinaran alrededor del merolico, un personaje que hace mucho ya no se presenta en la zona cívica de los Fuertes de Loreto y Guadalupe.
Vendedor de cobertores | FOTO: redes sociales
Escuchar la verborrea, la improvisación y la agilidad mental de estos hombres, atrapaba la atención de los asistentes y los mantenía entretenidos, aunque no compraran los artículos que ofertaban y que parecía que eran una verdadera ganga. “¡Llévese uno, llévese dos, llévese tres cobertores!”.
Otro de los cambios que tuvo la feria, que se realiza en conmemoración a la Batalla del 5 de mayo de 1862, fue en el año 2011, cuando el entonces gobernador Rafael Moreno Valle decidió que este atractivo no comenzara en mayo, sino desde abril.
El propósito era atraer a vacacionistas que disfrutaban del asueto de Semana Santa y llegaran a Puebla para disfrutar de la feria de mayo, pero también de los muchos atractivos que ofrece la zona como los museos, el Planetario IMAX, miradores a la ciudad, fuentes, monumentos y áreas verdes y el teleférico de Puebla.
Por las mejoras que se hicieron en la zona cívica, la Feria de Puebla tuvo cambios en su diseño. Anteriormente los juegos mecánicos eran más de 30 y se colocaban en la parte trasera del Centro Expositor y de Convenciones, ahora se instalan a todo lo largo de la Avenida Ejército de Oriente.
De la misma manera, el Teatro del Pueblo cambió su nombre para denominarlo Foro Artístico, y con ello presentar eventos musicales o de entretenimiento con artistas nacionales en lugar de los locales.
Anteriormente, la feria no tenía un estado o país invitado, pero desde hace más de una década, cada edición contó con una comunidad invitada para que los visitantes pudieran conocer sobre la gastronomía, las artesanías o los sitios emblemáticos del lugar invitado.
Hasta el año 2019, se tuvo un registro de más de un millón de visitantes, quienes hasta entonces pagaron 25 pesos cada uno por ingresar a la feria y disfrutar de todos los atractivos, por lo que se espera ya con ansia se confirme la fecha exacta de la reapetura en este 2022.