Una de las tradiciones más arraigadas de Cuetzalan, en la Sierra Norte de Puebla, es la celebración del Día de Muertos que incluye procesiones, representaciones y ofrendas.
La celebración de las festividades de Todos los Santos o Día de Muertos se realiza desde el 30 de octubre hasta el 3 de noviembre.
La tradición señala que los primeros días se recuerda a los niños, ya sea que murieron antes de nacer o durante la infancia. Posteriormente llega la celebración a los difuntos adultos.
En Cuetzalan los pobladores se preparan con varios días de anticipación para conseguir insumos, elaborar los platillos y comprar el tradicional pan de muerto.
Entre los platillos típicos de esta festividad están los tamales de frijoles que se acompañan con pipián de pollo o guajolote.
También son famosos sus tamales de salsa, rajas, o de mole, que forman parte de las ofrendas.
Los altares que se adornan con la flor de cempasúchil sobre mesas en las que se acomodan ollas con comidas y tamales, además frutas de temporada, vino, cervezas y hasta juguetes.
También se encienden veladoras que iluminan día y noche la ofrenda.
Con la flor sobrante de cempasúchil, los caseros quitan los pétalos a las flores para trazar un camino que sale desde el altar hasta la parte exterior del hogar que alberga la ofrenda para indicar a los fieles difuntos el camino que pueden usar para llegar a casa.
Las iglesias católicas acompañan los días que duran los festejos con el repicar de campanas día y noche, desde el mediodía del 1 de noviembre hasta el mediodía del día 3.
Los niños y jóvenes elevan globos de papel china de diferentes tamaños y formas.
El 1 de noviembre se le dedica a los muertos mayores, por lo que para este día ya deben estar colocados en el altar todos los alimentos y bebidas correspondientes.
Como parte del ritual se invita a rezanderos de la comunidad a que realicen el rosario.
Durante toda la noche se cocina ya que el día 2 es obligada la visita a los compadres y ésta debe ser acompañada de una ofrenda.
El mismo día se visita el panteón al que llevan arreglos florales para ser depositados en las tumbas de los difuntos.
En Cuetzalan, sus habitantes producen uno de los cafés más aromáticos y reconocidos del país.
Este pueblo conserva dos danzas tradicionales que no dejan morir su pasado prehispánico: la Danza de los Quetzales y la Danza de los Voladores.
Cuetzalan del Progreso se encuentra en la sierra poblana, casi en los límites con el estado de Veracruz.
Desde la Ciudad de Puebla el trayecto en automóvil es de 3:30 horas y 176 kilómetros.
En el trayecto hay dos casetas de peaje, que de ida y vuelta suman 338 pesos.
Desde la ciudad de México, el trayecto es de 5:15 horas aproximadamente, para recorrer 296 kilómetros.
Las casetas de peaje desde la capital del país son cuatro, para un total de 706 pesos de ida y vuelta.
Se incorporó al programa Pueblos Mágicos en el año 2002, por lo que se ha desarrollado una importante oferta turística.
El promedio de una habitación doble en Cuetzalan es de 975 pesos por noche según sitios de reservaciones, pero pueden encontrarse habitaciones a partir de los 357 pesos.
La oferta hotelera de Cuetzalan incluye las categorías de posadas, hoteles de 2 y 3 estrellas, hoteles boutique y cabañas rústicas.
Se recomienda reservar durante las festividades del día de muertos, la temporada baja en este Pueblo Mágico comienza en noviembre, cuando los precios de hotel bajan en alrededor de 18 por ciento.